BUENOS AIRES (NA) — El entrenador Campeón del Mundo con la Selección argentina en 1986, Carlos Salvador Bilardo, se recupera de una neumonía que obligó a su traslado desde la clínica donde está internado hace un año por una enfermedad neurológica a un hospital porteño.
Según reconocieron personas de su entorno a NA, el estado de Bilardo es “irreversible” respecto del síndrome de Hakim-Adams, que lo afecta desde que fue internado en junio pasado.
Pero hace dos semanas, Bilardo fue afectado por una neumonía que, en su delicado estado de salud, complicó su situación general, por lo que fue trasladado al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT).
El “Narigón” fue ingresado el 2 de mayo en esa clínica porteña con un cuadro delicado, con un deterioro motriz y sensorial, pero ya se encuentra en una sala común y a la espera de retornar a su lugar de rehabilitación.
El DT campeón del Mundial de 1986 había sido sometido a una operación para colocarle una válvula ventriculoperitoneal en junio, luego de que le detectaran el síndrome Hakim Adams, la hidrocefalia crónica del adulto.
Esta enfermedad es la única relacionada con la demencia que puede curarse con una intervención quirúrgica y por eso se decidió de parte de los médicos su operación para colocarle una válvula que sirve para “drenar el líquido del cerebro y dirigirlo hasta la cavidad abdominal, donde se reabsorbe naturalmente”.
El “Narigón” fue intervenido en el Hospital Sagrada Familia por el doctor Mariano Pirozzo, neurocirujano formado en el Hospital de alta complejidad “El Cruce”.
Bilardo no había tenido un buen año a nivel laboral debido a que la radio para la cual trabajaba decidió sacar del aire su histórico programa que llevaba más de dos décadas al aire y, entre otros motivos, eso le generó una angustia importante.
Además del título en México 1986 y el subcampeonato en Italia 90, fue jugador de Estudiantes de La Plata, San Lorenzo y Deportivo Español; y en su extensa trayectoria dirigió a Boca Juniors, San Lorenzo, Deportivo Cali, la selección de Colombia, Sevilla de España y el propio Estudiantes, del que es uno de los máximos emblemas de la historia.