NEUQUÉN (ED) — Consciente de la parada brava que significan las PASO, el senador neuquino y candidato a la reelección, Guillermo Pereyra, apunta los cañones discursivos a Vaca Muerta, como ejemplo del buen momento que vive la provincia.
Conocedor como ninguno del mundo del Oil & Gas, el líder del sindicato petrolero confía en pegarse a Vaca Muerta y así traccionar los votos necesarios para hacer un buen papel en las PASO y buscar la banca en octubre. El Movimiento Popular Neuquino va con “boleta corta” y pone en juego dos bancas en el Senado Nacional. Una la del propio Pereyra y otra la de Lucila Crexell que formalizó hace unos días su pase al macrismo.
En las últimas apariciones de campaña, el senador Pereyra pidió por un fondo de reparación histórica para Neuquén. “Va a pasar lo que ha pasado en otras partes del mundo con el desarrollo masivo de los hidrocarburos y va a llegar el momento donde todo va a colapsar, producto de la migración de otras partes de Argentina, que llegan a Neuquén buscando mejores condiciones de vida”, aseguró Pereyra.
La última semana, Pereyra también presentó un proyecto de declaración en la comisión de Energía de la Cámara Alta en la que insta a sus pares a adherir a la propuesta donde se expresa preocupación por la iniciativa de autorizar el “autodespacho” de combustibles en estaciones de servicio.
