BUENO AIRES (NA) — Muy alejado de su mejor versión, Racing Club apenas consiguió igualar en cero con Unión de Santa Fe, al cabo de un intenso encuentro disputado esta anoche en el Cilindro de Avellaneda, en el marco de la primera jornada de la Superliga.
El local mejoró ligeramente su actuación en el complemento aunque estuvo muy por debajo del nivel que lo llevó a lograr el campeonato anterior. Un “Tatengue” bien plantado le cerró todos los caminos y hasta lo contragolpeó con peligro en ciertos momentos del desarrollo.
Como una continuidad de la pálida presentación que tuvo “La Academia” frente a Boca Unidos por la Copa Argentina y que lo dejó fuera del citado torneo, esta noche se volvió a advertir una profunda crisis futbolística en el cuadro de Eduardo Coudet.
Producto de una total carencia de ingenio para sortear el férreo dispositivo táctico pergeñado por el sagaz Leonardo Madelón, Racing procuró hacerse eje del trámite pero nunca logró llegar con claridad a las inmediaciones del inadvertido Moyano, salvo con un remate al minuto de juego de Cristaldo que se fue rozando el palo derecho del citado guardavallas visitante.
Alentado por su fervorosa parcialidad y con un Unión ya demasiado especulativo que sumó aún más efectivos a su primigenia línea de cinco, el dueño de casa provocó un par de revolcones a Moyano, pero no mucho más.
Sostenido en la seguridad del veterano Bottinelli, la visita tuvo una desatención que estuvo a punto de costarle la derrota casi sobre la hora de juego, luego que el ingresado Cvitanich encontrara un escollo insalvable en Moyano después de un claro mano a mano, eventual conquista “racinguista” que solo se hubiera justificado a partir del mayor compromiso del dueño de casa por el espectáculo pero que no hubiese disimulado en un ápice la crisis inocultable en la que se encuentra inmersa su propuesta.