BUENOS AIRES (NA) — Apenas unos días después de conseguir el boleto a los cuartos de final, Independiente deberá afrontar el primer capítulo en busca de las semifinales de la Copa Sudamericana cuando reciba hoy a su homónimo de Ecuador, Independiente del Valle.
El encuentro se jugará en el estadio “Libertadores de América” de Avellaneda a partir de las 21:30, con arbitraje del peruano Diego Haro, mientras que el colombiano Nicolás Gallo estará a cargo del VAR.
La revancha se jugará el martes 13 en el estadio “Olímpico Atahualpa”, en los 2.850 metros de altura de Quito, ciudad donde el “Rojo” ya eliminó a Universidad Católica, el jueves pasado.
El ganador del cruce, donde cuenta el gol de visitante como criterio de desempate, se cruzará en las semifinales con el vencedor de la serie entre los brasileños Corinthians y Fluminense.
Independiente, en la nueva era de Sebastián Beccacece, sigue en su búsqueda de recuperar el título 2010 y 2017, no pudo disfrutar el ajustado pase a cuartos, tras la victoria por 1-0 en Avellaneda y la derrota por 3-2 en la altura de Quito.
Es que Conmebol, modificó el calendario y programó el inicio de los cuartos seis días después, lo que obligó a postergar de urgencia el partido que tenía previsto para este lunes contra Newells por la segunda fecha de la Superliga local.
El poco tiempo entre un partido y otro le impedirá a Independiente contar con su flamante refuerzo, el volante Lucas Romero, ya que no se podrá presentar su contrato y formalizar su inclusión en la lista de buena fe.
El entrenador del “Rojo” plantearía dos cambios con los ingresos de Sebastián Palacios y un centrodelantero (Chávez o Silvio Romero), por Cecilio Domínguez y Francisco Silva.
Mucho más aliviado llega Independiente del Valle, que sentenció hace varias semanas su serie ante Caracas de Venezuela, con empate sin goles en la casa del elenco vinotinto, y triunfo por 2-0 en el Olímpico Atahualpa.
Los “Rayados del Valle” también se vieron perjudicados por la programación repentina de los cuartos de final, que los obligó a desplazarse en ocho vuelos de línea distintos para llegar a Buenos Aires.
