SHANGHAI (AFP-NA) — Capitán de la Albiceleste y único sobreviviente de la Generación Dorada, la que ganó el legendario oro olímpico en Atenas 2004, Luis Scola lidera a la invicta Selección argentina en un Mundial de básquetbol en el que a sus 39 años dobla en edad a algunos de sus rivales.
Argentina busca en China sorprender a Estados Unidos, Serbia, España y las otras potencias para levantar un título que se le resiste desde la edición inaugural, en 1950, en la que fue el anfitrión.
El domingo Scola fue nombrado jugador del partido en el triunfo 91-65 de Argentina sobre Polonia, lo que permitió a la selección sudamericana acceder a cuartos como primera de la llave, con el regalo envenenado de jugarse el pase a semifinales el martes contra Serbia.
Scola aportó 21 puntos. Repitió premio tras ya haber sido elegido el mejor contra Nigeria, cuando alcanzó los 23, añadiendo 10 rebotes.
“¿De qué edad está usted hablando, tengo 28, de acuerdo?”, bromeó después de que su equipo ganara de 20 puntos a Venezuela, en el arranque de la segunda fase.
Hablando inglés con un marcado acento estadounidnese, tras una década en la NBA -2007-2017-, Scola añadió: “Entiendo que todo el mundo hable sobre mi edad, pero mi cerebro no funciona de sea manera”.
“No voy a la cancha y pienso, ¡oh Dios! soy más viejo que esos chicos, tienen cinco, diez o quince años menos que yo. Para mí es algo natural”, continuó.
“Solo pienso, soy un jugador, soy un buen jugador y voy a intentar hacerlo bien y ayudar a mi equipo a ganar”, subrayó.