Filtros de arcilla para cuidar la salud y la calidad del agua




NEUQUÉN (ED) — Un docente neuquino comenzó a elaborar filtros de arcilla como forma de mejorar la calidad del agua, y una salida económica para quitar metales pesados nocivos para la salud.

El proyecto es impulsado por Albino Trecanao, interesado en acercar los beneficios de la meseta patagónica a la vida de los vecinos y enseñarles a sus alumnos sobre el valor del agua potable.

“Ya se usa en otros países y acá en la barda tenemos un recurso accesible que nos puede proteger la salud, por eso la idea es llevarlo a las escuelas”, señaló Trecanao que admite que cualquier persona “con un poco de habilidad manual” puede fabricarlos.

Los filtros tienen dos diseños: uno tipo vasija y un recipiente similar a un balde. Su composición está basada en la arcilla dado que, por su porosidad retiene bacterias y metales pesados como el plomo y el cadmio, también incluye carbón activado para neutralizar cualquier olor del agua contaminada y plata coloidal como desinfectante natural.

El proyecto surgió durante este verano y tiene en mente la contaminación del agua dulce a nivel mundial, pero también de la región: recuerda las consecuencias de la actividad hidrocarburífera y el fracking, junto al desecho cloacal arrojado a los ríos sin tratamiento adecuado. Además, recuerda las enfermedades transmisibles a través del agua y las millones de personas en el mundo, principalmente infantes, que mueren cada año por no contar con acceso a agua potable.

El docente vive en el oeste de la ciudad y da clases en colegios de barrios cercanos como el CPEM 69, en Cuenca XV y 7 de Mayo, que “habitualmente tienen problemas con el agua”. Consecuentemente, afirma que desea presentarse en el concurso Innovar, organizado por el ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación y, luego, incorporar el filtro a la currícula escolar.

Su objetivo es “enseñar a los estudiantes que pueden haber alternativas utilizando materiales de acá, de la meseta patagónica, porque la arcilla que yo utilicé es de la barda. Tiene un proceso, un filtrado, pero no es complejo”.

No es la primera vez que Albino Trecanao propone en sus clases el aprendizaje a través de la experiencia de vivir junto a la barda. Con el apoyo de profesionales de la UNCo, el año pasado generó un proyecto de concientización sobre plantas medicinales autóctonas y su incorporación en la fabricación de aceites medicinales, jabones y comestibles. Previamente, en el 2016, logró que estudiantes de cuarto año fabricaran sus propias cremas con jarillas, tomillo y llantén.

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