BUENOS AIRES (NA) — Al igual que ocurrió en medio de la pretemporada, los hermanos paraguayos Óscar y Ángel Romero protagonizaron un nuevo encontronazo con el entrenador Diego Monarriz, por el cual no salieron a disputar el segundo tiempo en la derrota frente a Talleres en Córdoba, por la vigésima fecha de la Superliga.
Según trascendió, Monarriz, quien obvió brindar la habitual conferencia de prensa post partido, tomó la decisión en el descanso de realizar dos cambios: Ramón Arias y Adolfo Gaich por Óscar Romero y Nicolás “Uvita” Fernández.
En ese momento, Ángel Romero tomó la palabra dentro del vestuario y consultó por qué sería su hermano el reemplazado, lo que generó un entredicho y terminó con los dos mediocampistas paraguayos reemplazados, quienes ni siquiera volvieron para sentarse en el banco con sus compañeros.
A partir de esta situación, la dirigencia encabezada por el presidente Marcelo Tinelli pidió a Monarriz y la Secretaría Técnica un informe acerca de lo acontecido en el vestuario.
Durante la última pretemporada, los Romero ya habían protagonizado un cruce fuerte al abandonar un entrenamiento luego que la dirigencia le pidió al suegro de Ángel, que estaba observando la práctica en un lugar indebido, que se retirara.
Esa situación desencadenó en el abandono del entrenamiento por parte de los hermanos, luego de un cruce verbal con un integrante de la seguridad del club y con el propio Monarriz.
La lesión del delantero Nicolás “Uvita” Fernández, uno de los refuerzos para esta segunda parte de la Superliga, generó mucha preocupación en todo San Lorenzo.
El primer diagnóstico, sin que sea oficial, se refirió a un “severo esguince de rodilla”, aunque le realizarán más estudios en las próximas horas para determinar con exactitud el grado de la lesión.