NEUQUÉN (ED) — A medida que avanzan los días, más vecinos y vecinas respetan la disposición nacional de aislamiento social preventivo y obligatorio en Neuquén. La ciudad comenzó a vaciarse con operativos policiales, campañas institucionales y la concientización colectiva de los riesgos del COVID-19.
Las zonas céntricas son las más monitoreadas, por lo que se observan casi desiertas, con locales cerrados. En algunos barrios, el proceso de aislamiento total aún cuesta, pero todavía no hubo detenidos por incumplimiento en toda la provincia. Por su parte, la policía recorre los barrios con patrulleros y altavoces, repitiendo el mensaje de pedido de colaboración y permanencia en los hogares.
Los sitios con mayor concurrencia continúan siendo los mercados mayoristas, a los que la gente acude diariamente por la mañana. No hay desabastecimiento de productos comestibles e higiénicos en general, pero se forman largas filas y ha sido desafiante generar orden dentro de los mismos, para respetar el metro mínimo recomendado entre personas.
La medida del aislamiento sanitario fue dispuesta por el Ejecutivo nacional dado que el coronavirus sólo es transmisible en el contacto estrecho con otras personas portadoras y los objetos que manipularon, pero sin políticas que apunten a aplanar la curva de contagio, tiene una velocidad y rapidez de transmisión alta.
Actualmente, hay confirmados 225 casos en el país, de los cuales sólo 2 pertenecen a la provincia de Neuquén. El gobernador, al respecto, afirmó: “Aprovechemos este tiempo para reencontrarnos en casa. Tenemos una causa en común como argentinos y neuquinos: la salud de todos y todas. Son tiempos de solidaridad y unión”.
