NEUQUÉN (ED) — El secretario General de petroleros privados, Guillermo Pereyra explicó la complejidad del conflicto actual en el área y pidió calma, colaboración y participación de todas las Cámaras y PyMEs para el procedimiento de crisis que se realizará la semana que viene.
En comunicación con LU5, Pereyra destacó que la actividad petrolera está atravesando una caída en la economía mundial, con aislamiento social obligatorio y que, por lo tanto, su convenio cuenta con más de 20 mil trabajadores paralizados que temen pérdidas en sus puestos. Además, mencionó que algunas Cámaras aprovecharon este panorama para atacar los ingresos de los empleados.
Respecto a las Cámaras que buscarán rebajar salarios, Pereyra señaló a las empresas de servicios especiales, en su mayoría internacionales, porque “han interpretado mal el DNU del gobierno nacional, que afirma que aquellos que no prestan servicios cobrarán sumas no remunerativas”. Pereyra exclamó que “mezclaron las cosas”, para pagar el 50 por ciento del salario básico.
Además, mencionó que buscarán negociar con el gobierno nacional, a través del ministerio de Trabajo, todas las Cámaras y el gobierno provincial como titular de los recursos y que están dispuestos al diálogo, “pero, por supuesto, con trabajadores en sus casas cobrando sus salarios, porque de otra forma sería un desastre”. La reunión será la semana que viene y Pereyra destacó la relevancia de la participación de las PyMEs, dado que “llevarán todo el peso de la crisis” y deberán buscan evitar el “quiebre de todas las empresas locales”.
Pereyra denunció que la nota firmada y divulgada ayer por Javier Melcer, gerente general de la Cámara de empresas de operaciones petroleras especiales (CEOPE) “es una imposición, no una negociación en el marco del ministerio de Trabajo”, ya que solicitando el procedimiento preventivo de crisis, “se pagaría el 50 por ciento del monto neto que hubiera percibido el trabajador”.
El secretario general recordó la experiencia del 2008, “situación menor, pero similar”, que implicó el cese de actividades de 3 mil trabajadores, durante la cual llevaron adelante un procedimiento que implicó que se quedaran en sus casas, percibiendo el 60 o 70 por ciento de sus salarios de forma no remunerativa, con prestaciones médicas y farmacéuticas aseguradas por el sindicato.
“Este es un paso importante que se puede hacer hasta que se pueda volver a enganchar la economía, se normalice todo y comiencen a trabajar los equipos. Pueden pasar unos meses, yo estoy estimando hasta fin de año, pero también no puede quedar tanta gente sin nada, porque es el abismo, sin asistencia médica, sin trabajo, sin ingresos”, propuso.