BUENOS AIRES (NA) — En medio de la cuarentena general por la pandemia de coronavirus, la elefanta Mara, que durante más de dos décadas vivió en el zoológico porteño, comenzó su traslado ayer a un santuario emplazado en la zona del Mato Grosso, en Brasil.
Alrededor de las 18 del sábado comenzó el derrotero de 2.700 kilómetros que llevará a la elefanta asiática de 50 años de edad desde el Ecoparque del barrio porteño de Palermo al santuario situado en el municipio brasileño de Chapada dos Guimaraes.
El traslado, que cuenta con un protocolo específico para proteger al animal y al equipo técnico del coronavirus, tomará entre cuatro y cinco días.
El traslado, cuyo operativo demandó 5,2 millones de pesos que afrontará el Gobierno porteño, es encabezado por el director ejecutivo del Santuario de Brasil, Scott Blais.
El viaje de la elefanta forma parte del proceso de reconversión del ex Zoológico en Ecoparque: anteriormente se había derivado otros animales, siendo el caso más resonante el de la orangutana Sandra, que actualmente vive en el Centro para Grandes Simios de Florida, Estados Unidos.
Se estima que el próximo lunes el camión cruzará la frontera entre Argentina y Brasil y el miércoles 13 llegará al destino final.
La elefanta viaja despierta y no podrá abandonar la caja en ningún momento, aunque será monitoreada permanentemente por parte del equipo técnico que le ofrecerá compañía, agua y alimento.
Personal del Ecoparque la trasladará hasta Puerto Iguazú, donde cruzará la frontera, y se hará cargo un equipo del santuario de destino.
Mara era la única elefanta asiática del Ecoparque porteño y allí compartía su recinto con dos elefantas africanas, Kuky y Pupy -hermanas nacidas en el Parque Kruger de Sudáfrica-.
Tiene entre 50 y 54 años (la esperanza de vida en cautiverio para esta especie es de 75 años) y había llegado al antiguo zoológico porteño el 16 de octubre de 1995 producto de un decomiso judicial por la quiebra del Circo Rodas.