BUENOS AIRES (NA) — La conducción de la CGT se reunirá hoy para limar algunas asperezas internas surgidas tras el acuerdo que firmó con la UIA para garantizar el 75% de los sueldos de los trabajadores suspendidos en medio de la pandemia, mientras que seguirá analizando el impacto de la crisis en el empleo, para lo cual reclamará la prórroga del decreto antidespidos.
El encuentro se desarrollará desde las 14:00 en la sede del sindicato de la UOCRA, ubicada en Avenida Belgrano al 1.800, donde estarán los dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, como también el resto de la “mesa chica” y otros dirigentes que no la integran, señalaron a NA de fuentes de la central.
La reunión servirá en primer lugar para apaciguar los ánimos de un grupo de dirigentes de la conducción y de otros que no la integran pero que están en proceso de retornar, quienes se habían quejado de que no habían sido consultados sobre la firma del acuerdo con la UIA para reducir un porcentaje de los salarios de los trabajadores que no están yendo a trabajar por el coronavirus.
En los últimos días, dirigentes como Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Omar Viviani (Peones de Taxis) dijeron públicamente que no habían sido notificados del acuerdo que iba a firmarse con los empresarios, mientras que otros miembros de la CGT directamente consideran que los dos secretarios generales y el grupo de los “independientes” se “cortaron solos” con la iniciativa, sin ponerla consideración del resto.
Según supo NA, existe un malestar en dirigentes de los gremios del transporte y en otros de la conducción cegetista, quienes señalan que últimamente la central se están manejando sólo con decisiones unilaterales de Daer (Sanidad), Acuña (Estaciones de Servicio) y los tres “independientes”, Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
Por eso, se espera durante la reunión que los dirigentes pidan explicaciones por la iniciativa, mientras que los secretarios generales insistirán en que la firma de ese descuento salarial era necesaria para evitar situaciones peores como una ola de despidos, en medio de la complicaciones de varias empresas para pagar los sueldos por el parate económico que implica la cuarentena.
El acuerdo con la UIA había desatado críticas de los sectores sindicales que no integran la CGT, como los Moyano, los “disidentes” de la Corriente Federal y las tres CTA, pero luego tuvieron algo de eco en dirigentes que integran el Consejo Directivo o que planean regresar cuando se realicen los comicios de la central obrera, que tenían fecha para agosto próximo y ahora quedaron en suspenso por la pandemia.