NEUQUÉN (ED) — En el día mundial de la Seguridad Vial, el director provincial, Lucas Gómez, comparó a la forma de manejar de los conductores de la provincia y destacó diferencias entre la capital y el interior.
Evaluó que mientras en la ciudad de Neuquén los conductores presentan nerviosismo, alta velocidad y uso de dispositivos electrónicos en los semáforos, lo que impacta en los altos índices de accidentes, en zona cordillerana y precordillerana los neuquinos son los más responsables, a pesar de la complejidad de la montaña.
El director recordó que la normativa en la ciudad establece que a calles sin semáforo hay que cruzarlas a velocidades no mayores a 25 kilómetros por hora. “Si nosotros respetáramos esta premisa, se reducirían notablemente los accidentes en la zona urbana”, dijo.
Sin embargo, los índices de siniestralidad en la cordillera están marcados por personas que no son de la provincia. “El local, por lo general, no se accidenta en la ruta. Esta es la parte positiva del neuquino, respeta notablemente la complejidad de los caminos del interior”.
Gómez además manifestó que la dirección tiene 20 trabajadores en diversas áreas técnicas, operativas, de capacitación e información, que en el contexto actual de pandemia orientaron todo su trabajo hacia el control en operativos por restricción vehicular.
“El trabajo de nuestro personal ha sido arduo, desde el primer día colaboramos con la policía y el municipio. Ahora estamos en el puente carretero porque es muchísimo el trabajo de calle”, expresó en comunicación con RTN, esta mañana.
Sobre el trabajo durante la pandemia, el director agregó que los accidentes se redujeron un 85%. Si bien aumentaron progresivamente junto a la habilitación de nuevas actividades comerciales, Gómez destacó que no se han relacionado al alcohol, el principal factor de riesgo en el período previo al aislamiento. Los accidentes actuales son por imprudencia, alta velocidad y son diurnos, por la prohibición de circulación durante la noche.