BUENOS AIRES (NA) — La mitad del gasto del Estado nacional ya se financia con emisión monetaria debido a la caída de los recursos por el impacto de la parálisis económica derivada del confinamiento, según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
En este sentido, según datos del ministerio de Economía y del Banco Central, en el Estado nacional se observa que en el 1º trimestre del 2020, el 74% del financiamiento provino de impuestos y el 26% de emisión monetaria que el Banco Central le envía al Tesoro.
En abril del 2020, el 51% provino de impuestos y el 49% de emisión monetaria; y en mayo la ecuación ya se invirtió: el 47% provino de impuesto y el 53% de la impresión de moneda por parte de la autoridad monetaria.
“Estos datos, si bien aproximados porque no tienen en cuenta otras fuentes de financiamiento de menor cuantía, muestran que la emisión monetaria pasó a ser el principal sostén de las cuentas públicas nacionales”, indicó Idesa.
Si bien la Argentina tiene una larga tradición de cubrir déficits fiscales con emisión, este nivel de expansión monetaria es inédito y responde a la situación extraordinaria que vive el país debido a la pandemia de Covid-19.
No obstante, Idesa advierte que “la situación fiscal ya era muy precaria antes del aislamiento” y con el confinamiento se produjo una parálisis productiva que hizo caer la recaudación impositiva y, a la vez, expandir el gasto público para compensar las pérdidas económicas del estancamiento.
El informe sostiene que el aislamiento retiene el impacto de la emisión monetaria sobre los precios, por lo que la inflación no se está disparando.
“Por eso la mayoría de los países desarrollados también apelaron a la emisión monetaria para sostener la crítica situación productiva, social y sanitaria que plantea el COVID-19”, asegura Idesa.
Pero aclara que hay “diferencias sustanciales con la Argentina” dado que eso países no tienen la endeblez fiscal ni la larga historia inflacionaria local y por el otro, emiten de manera más moderada que la Argentina ya que tienen acceso fluido al crédito, cuentan con sistemas tributarios más sólidos y eficientes y tienen conductas mucho más prudentes en materia de gasto público.