BUENOS AIRES (ED) – Una masiva convocatoria al banderazo federal mostró la postal de una Argentina dividida que se expresó en las calles y plazas de las principales capitales del país.
Identificadas con colores celeste y blanco, el reclamo unió a miles de argentinos y tuvo su mayor fuerza en la capital. En las distintas plazas reunió a adultos mayores, familias, jóvenes, militantes y hasta manifestantes anticuarentena.
Casi como una respuesta tácita al anuncio de la mañana del presidente Alberto Fernández, muchos argentinos se pusieron de pie, pero para sumarse a las caravanas y banderazos de protesta.
La marcha en el Obelisco estuvo acompañada por una extensa fila de autos. En la Ciudad de Buenos Aires las concentraciones, se replicaron en el barrio de Belgrano (en la tradicional esquina de Cabildo y Juramento) y frente a la Quinta Residencial de Olivos, en tanto que hubieron nutridos “banderazos” y caravanas en Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Rosario.
El menú de reclamos se mezcló con el pedido para terminar la cuarentena, el repudio a la liberación de Lázaro Báez y de dirigentes kirchneristas que estaban presos, el rechazo a la intervención de Vicentin y un cúmulo de consignas contra la corrupción, contra “el comunismo” y a favor de “las libertades y la República”.