BUENOS AIRES (NA) — El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recibirá esta mañana al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en un encuentro privado para analizar los resultados de la cuarentena dura y las proyecciones epidemiológicas para definir los criterios del proceso gradual de actividades que comenzará, casi con seguridad, el 18 de julio.
Luego de más de 10 días de cuarentena estricta, los funcionarios de reunirán, a partir de las 9:00, a solas en las oficinas porteñas de la calle Uspallata con la finalidad de cotejar sus diagnósticos y planes para después del 17 de julio, a fin de encarar una apertura coordinada de algunos sectores de la economía así como para autorizar nuevas actividades de recreación.
Larreta y Axel Kicillof todavía esperan ver qué pasará con los casos de acá al viernes, pero por ahora coinciden en que los resultados vienen siendo exitosos y es momento de dar un nuevo paso de apertura en el Área Metropolitana.
En CABA, fuentes del Gobierno remarcaron ante NA que será prioridad la apertura de comercios (especialmente aquellas que estabas abiertos pero fueron obligados a cerrar otra vez sus puertas el 1 de julio), teniendo en cuenta los últimos números que provocó la entidad FECOBA, que aseguró que unos 29 mil locales comerciales bajaron sus persianas en el último mes.
Esto se debe a que en la Ciudad una gran mayoría de los locales son manejados por estructuras familiares, que no tienen espalda como las grandes empresas para soportar la crisis.
Además, para una siguiente fase la gestión porteña analizan la habilitación de obras privadas, la apertura de shoppings, la posibilidad de hacer actividad física en espacios públicos y deportes individuales, así como la atención en peluquerías y en las veredas de los locales gastronómicos.
En el caso de la Provincia, el gobernador Kicillof podría empezar a habilitar deportes individuales al aire libre.
Uno de los temas que está en evaluación es permitir las reuniones familiares hasta un número estrecho de personas.
En diálogo con NA, funcionarios de ambos gobiernos sostuvieron que esta reapertura no es definitiva y, de subir nuevamente el número de casos, siempre está la posibilidad de dar marcha atrás con alguna fase.