Solange Musse murió sin despedirse de su padre

Solange Musse Foto Centro de Informes ED



NEUQUÉN  (NA-ED) — La hija del hombre que había viajado desde Neuquén a Córdoba para visitarla, pero no lo dejaron entrar a la provincia por los requisitos en el marco de la pandemia de Covid-19, falleció hoy a la mañana y dejó una carta que escribió antes de morir.

“Acuérdense, hasta mi último suspiro tengo mis derechos”, escribió Solange Musse, de 35 años, quien padecía cáncer de mama y no se pudo despedir de su padre.

En la carta difundida por Cadena 3, la joven expresó: “Lo que han hecho con mi padre y mi tía es inhumano, humillante y muy doloroso”.

Y agregó: “Espero que con esto que ha pasado a mi familia, no le suceda a más nadie. ¿Hasta dónde llegan nuestros derechos?”.

La joven firmó la carta y explicó que la escribió porque estaba con respirador y no podía hablar.

La historia se conoció en los últimos días, luego que Pablo Muse, contará en diferentes medios de comunicación la prohibición de visitar a su hija que tenía cáncer de mama.

El pasado fin de semana, el hombre había salido de la localidad neuquina de Plottier hacia Córdoba, pero al llegar a la provincia mediterránea le negaron el ingreso y tuvo que regresar a Neuquén.

Si bien Muse había sacado un permiso especial y viajó con su cuñada, que tiene una discapacidad y tiene domicilio en Alta Gracia, localidad en la que vivía su hija Solange, personal del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) no le permitió ingresar a la provincia.

Tras ese episodio, el hombre regresó a Neuquén y se hizo el hisopado correspondiente, que le dio negativo, por lo que estaba a la espera de la autorización para poder visitar a su hija.

El hombre había contado que el día que hizo el viaje pasó por Río Negro y La Pampa, lo paró la Policía y también Gendamería, y lo dejaron continuar sin problema, pero cuando llegó a la localidad cordobesa de Huinca Renancó, personal del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) le tomó los datos y le realizaron el test serológico.

Musse viajaba, según contó, con la historia clínica de su hija que tenía cáncer de mama de grado 4.

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