NEUQUÉN (ED) — En medio de la debacle económica nacional, empujada en gran parte por la pandemia, recrudeció un problema, que en realidad lleva años: el de las tomas de terrenos.
Sin ir más lejos, la localidad neuquina de San Patricio del Chañar es escenario de una usurpación en la que, según se indicó, participan entre 400 y 500 familias.
El motivo es el de siempre: familias que, aseguran, ya no pueden pagar sus alquileres, en virtud del desempleo y la pobreza. En este caso, llevan ahí una semana y ahora cuentan con el respaldo de la diputada provincial Patricia Jure (FIT), quien consideró a esa ciudad un “reservorio de la especulación inmobiliaria”. Apoyada en ese argumento, anunció: “Comenzamos una gran lucha” frente a “la creciente desocupación y falta de viviendas o loteos sociales”.
En su cruzada por evitar el desalojo, destacó haber contribuido a que los efectivos de la policía se retiraran del lugar para que los vecinos pudieran entrar y salir de la toma (y gambetear así una aparente estrategia de desgaste que atribuyen a la conducción municipal).
De hecho, acusó al intendente Leandro Bertoya de haber enviado una “flota de camiones con tierra para bloquear accesos” y dificultarles una situación que ya es en extremo complicada.