NEUQUÉN (ED). — Ubicadas en las antípodas del espectro político con representación en el ámbito legislativo neuquino, la concejal Nadia Márquez (Democracia Cristiana) no tiene demasiadas miradas en común con su ahora ex colega Angélica Lagunas (FIT), quien acaba de renunciar para darle lugar a la rotación de bancas acordada en la Izquierda.
Fue precisamente esa despedida la que inspiró a Márquez para saludar -desde su banca- a Lagunas, referente del sector díscolo del sindicato docente (ATEN) y férrea militante por la despenalización del aborto.
“La conocí el día que íbamos a asumir y no me quiso saludar”, dijo. Y, respecto del anuncio de Lagunas sobre el regreso a la educación (hoy virtual), comentó: “Espero que le sea realmente agradable volver al aula y, bueno, lo lamento por la escuela; esperemos que la actitud no sea la misma en la escuela que en este recinto y que sea muy feliz ¡También le desearía que Dios la bendiga!”
Antes, Márquez había dicho que los ediles la despidieron con palabras cordiales y Lagunas “no las aceptó o las tiró a la basura”.
“Creo que la presencia de la concejal Lagunas fue constructiva y fue productiva, pero sin duda alguna no por la actitud de la concejal, sino por la actitud de todo el cuerpo que hemos superado esas grandes diferencias”, comentó.
Dijo que esas diferencias “a veces se hacían insalvables; no por pensar distinto, porque pensar distinto es bueno, sino por ese choque innecesario, esa agresión innecesaria, esas palabras de más que creo que la caracterizaron”.
Con una sonrisa que se percibía debajo del barbijo y un tono pausado, Márquez aclaró que sus críticas no fueron hacia el espacio que representa Lagunas, sino hacia ella. Otros “tienen una actitud feliz que no es la que caracterizó a la concejal”, dijo y destacó: “Me agrada que haya participado”.
genia!!!!! la mejor lejos… Lagunas jamás aportó algo positivo para la sociedad