BUENOS AIRES (NA) — La Casa Rosada se convirtió definitivamente en los últimos días en un cuartel de bomberos, en donde las alarmas no paran de sonar debido a la disparada del dólar en el mercado paralelo.
La divisa estadounidense se acercó aún más a los 200 pesos por unidad para la venta, en medio de intensas tensiones cambiarias que parecen haber encontrado al Gobierno con pocos recursos disponibles bajo la manga para capear la tormenta.
“Ni ellos entienden qué está pasando”, dijo a NA una fuente cercana a Balcarce 50, con relación a los integrantes del ala política de la gestión que conduce Alberto Fernández, después de que el dólar “blue” alcanzara nuevos niveles récord día tras día en las últimas jornadas.
En este contexto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, desechó la posibilidad de devaluar e insistió en que ésa no sería “una solución” para la Argentina, sino todo lo contrario, ya que, según indicó, generaría más inflación, pérdida del poder adquisitivo del salario, una caída en el consumo y también damnificaría al sector productivo.
En cambio, Guzmán parece haber concentrado sus energías en intentar acortar la brecha entre el precio oficial del dólar y la cotización del contado con liquidación (CCL), una de las “subespecies” legales del billete norteamericano en el país que suele utilizarse para fugar divisas al extranjero.
El 10 de diciembre del año pasado, el dólar paralelo se comercializaba en alrededor de $70.
De todos modos, si bien el Gobierno logró finalmente maniatar al CCL este viernes pasado, en la Casa Rosada dejan trascender en charlas de café la intranquilidad que existe por estas horas a causa de la escalada del dólar “blue” y los pretextos que se ensayan al respecto son de lo más variopintos.
“Están muy preocupados, demasiado preocupados”, dijo la fuente consultada por esta agencia, que agregó que en el Gobierno atribuyen las tensiones cambiarias tanto a maniobras especulativas de “grupos concentrados de la economía” como a un supuesto intento de inversionistas que desembarcaron en el país durante la gestión de Mauricio Macri de tomar sus ganancias y marcharse de la Argentina con dólares bajo el brazo.
Lo cierto es que el Gobierno luce desconcertado por momentos frente a los saltos del dólar en el mercado informal y arroja “manotazos de ahogado” sin los bríos necesarios -hasta ahora- como para evitar que la divisa norteamericana subiera ¡17 pesos! en apenas una semana, para llegar a los $195 y extender a 149,5 por ciento la brecha con el tipo de cambio oficial.
La Casa Rosada dispuso ajustar aún más el cepo para la compra de dólar legal en bancos y casas de cambio formales en un intento por proteger las reservas internacionales del Banco Central, las que, sin embargo, sufrieron un drenaje de US$ 882 millones en lo que va de octubre. ¿Y entonces?.
Así las cosas, el Ministerio de Economía prepara nuevas medidas, como el lanzamiento de un bono “dollar linked” en busca de desalentar expectativas de devaluación, en lo que será otra semana -la que viene- con las miradas enfocadas en lo que pueda suceder con el “blue”: ¿llega o no a los $200?.
Claramente, sería un estigma para la gestión de Fernández que la divisa norteamericana alcanzara esa cotización en el mercado informal: cuando asumió como jefe de Estado, hace diez meses y medio, el 10 de diciembre del año pasado, el dólar paralelo se comercializaba en alrededor de $70.
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