BUENOS AIRES (NA) — Si bien hubo corridas y enfrentamientos aislados durante la mañana, el verdadero caos comenzó pasadas las 14 cuando cerraron el acceso a la Casa de Gobierno para despedir al ídolo. No faltaron las balas de goma y arrojó gases.
Unna tarde de extrema tensión se vivió hoy en las inmediaciones de la Casa Rosada, con serios incidentes entre fanáticos y la Policía de la Ciudad, que incluyeron la irrupción por la fuerza de centenares de personas a la sede gubernamental.
Las escenas que preocuparon profundamente al Gobierno, se desataron tras el cierre de la fila -de casi treinta cuadras- para ingresar al velatorio, pasadas las 14, dos horas antes del horario que había sido informado como límite para poder ingresar a la capilla ardiente, dentro de la Casa Rosada.
La imposibilidad de acceder a despedir al ídolo desató el enojo de los asistentes, que comenzó los enfrentamientos con la Policía en la intersección de Avenida de Mayo y 9 de Julio, donde hubo un intercambio de piedras con gases lacrimógenos y balas de goma.
Con el pasar de los minutos ganó la impaciencia y en las inmediaciones de Plaza de Mayo comenzaron las corridas y los empujones. La presión de la multitud venció una de las rejas de la entrada de Balcarce 50, lo que produjo un desborde y el avance sin control hacia el salón donde se realizaba el velatorio.
En ese momento, cerca de las 15:45, se encontraban en la Casa de Gobierno el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, y para dispersar la Policía lanzó gases dentro del edificio.
Con intrusos en los salones y el Patio de las Palmeras, se decidió retirar el féretro y resguardarlo en el Salón de los Pueblos Originarios, donde se recluyó la familia del “Diez” y continuó una despedida de manera íntima.