NEUQUÉN (ED). — Si hay algo que no tuvo cuarentena fue la desidia. Tampoco la tuvo el desprecio por la higiene urbana. Tal es así que en un operativo de limpieza en la desembocadura del Arroyo Durán, la municipalidad de Neuquén y agentes de provincia sacaron cerca de 1.000 botellas plásticas.
También advirtieron una importante presencia de residuos domiciliarios que obstaculizaban el cauce. Entre ellos los restos de un lavarropas maltrecho. Sin embargo no se sorprendieron, porque estos hallazgos son penosamente habituales.
Estos trabajos se hicieron en conjunto con la subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia y “desde temprano comenzamos con esta tarea de remoción de residuos que es tan importante en épocas de lluvia”, aseguró el subsecretario de Limpieza Urbana municipal, Cristian Haspert.
La tarea consistió en destapar cuatro caños que pasan por debajo de uno de los brazos del río Limay, donde se retiraron grandes cantidades de residuos domiciliarios.
“Sacamos alrededor de 1.000 botellas plásticas, cartones, bolsas, termotanques y lavarropas, que estaban tapando la salida del agua del Arroyo”, detalló el funcionario.
“Es una situación lamentable la mala acción de algunos vecinos que al arrojar basura al cauce del arroyo terminan construyendo un gran tapón que no deja fluir el agua hacia el río y genera que los días de lluvia se provoquen desbordes e inundaciones” precisó Haspert.
También “es muy importante no dejar basura en el piso porque es arrastrada por la lluvia entra dentro de la boca de tormenta y estas se tapan”.
