NEUQUÉN (ED) — Ni el fuerte calor de la jornada, ni las obras de las reformas sobre Avenida Argentina evitaron que una marea celeste copara el centro neuquino.
Con fuerte presencia de chicos y familias jóvenes, en su mayoría, la ciudad se unió en un pedido nacional, que volvió a decir presente y le marcó el terreno a las aspiraciones del proyecto de despenalización del aborto, apadrinado por el presidente Fernández.
La convocatoria a una marcha pacífica se cumplió. No hubo insultos contra el presidente, ni contra otra persona y tampoco se vieron banderas o remeras de identificación partidaria. A diferencia de ello, las banderas argentinas le ganaron a los pañuelos celestes.
Con redoblantes y bocinazos, los manifestantes se concentraron en el centro de la ciudad de Neuquén y llamaron a defender las dos vidas. También recordaron que el Congreso de la Nación -en rigor, el Senado- rechazó una iniciativa muy similar hace apenas dos años.
Marcharon caminando y en vehículos por las avenidas Argentina y Olascoaga, desde el Parque Central hasta cerca de la Leloir, todos con tapaboca, hubo hasta quienes ofrecieron rociar las manos de los manifestantes con alcohol rebajado.
Varios referentes políticos de diversas fuerzas se vieron en la jornada unidos bajo la consiga celeste que mostró además fuerte respeto por el distanciamiento social a diferencia de lo que se observó en el velorio de Diego Maradona registrado en Buenos Aires.
Consideraron que la administración nacional busca instalar una vez más “esta grieta”, para distraer a la sociedad y ocultar “los verdaderos problemas” que la afligen. Entre ellos -dijeron- la desocupación y otras penurias económicas, que se profundizaron durante los meses de pandemia.
También juzgaron contradictorio que el presidente haya llamado a cuidar la vida durante la pandemia, pero ahora presente un proyecto contra los niños por nacer.