NEUQUÉN (ED). — La pandemia no cambió las costumbres del gremio de los trabajadores docentes de la provincia de Neuquén (ATEN) que, como generalmente hace, volvió a condicionar el inicio de clases. Fiel a su estrategia, reclamó aumento, pero esta vez puso (en realidad pone) en riesgo el regreso de la presencialidad, tras un año de ausencia en las aulas por motivo de la pandemia.
Especialistas en psicología y reconocidos pediatras del mundo entero han subrayado que el regreso a las aulas es imprescindible, siempre que la situación sanitaria lo permita. Pero esto es lo que, este lunes, dijo el conductor del gremio, Marcelo Guagliardo: “Si las condiciones epidemiológicas se dan, se deberá discutir el estado de los edificios, así como la discusión salarial”. Está claro que en la reunión convocada por el Gobierno neuquino para este viernes, el gremio hará hincapié en la cuestión salarial.
Por lo pronto, durante el domingo, ATEN hizo circular un extenso comunicado que entre otras cosas dice lo siguiente: “Ya son harto conocidos los análisis y planteos de #aten respecto de infraestructura, salarios, conectividad, bioseguridad, etc. Cualquier familia de Neuquén conoce el estado en que se encuentra la escuela más cercana; lo que se necesita para garantizar una presencialidad segura en el edificio escolar; la organización del trabajo docente (coberturas y designaciones); y por supuesto un salario docente congelado desde hace un año que es una pésima señal de administración económica”.
“Merecemos no solo el reconocimiento mediático a nuestra tarea. Lo que desde #aten exigimos, porque es deber constitucional que le compete al gobierno provincial, es la garantía integral del derecho a la educación”, señalan.
