BUENOS AIRES (NA) — Economistas advirtieron hoy que el acuerdo “político” de precios y salarios impulsado por el Gobierno no bajará por sí solo la inflación, y coincidieron en que serán necesarias medidas “más amplias” para controlar este flagelo que aumenta los índices de pobreza.
El 4% de inflación registrado por el INDEC en diciembre y enero último encendió luces de alarma, porque en esferas oficiales esperaban un inicio de año con menor presión sobre los precios.
Aunque el 2021 recién comienza, el índice inicial puso en riesgo el 29% que el ministro de Economía, Martín Guzmán, estimó para todo el año, lo cual obligará a mantener a raya los precios en los próximos meses para reducir el impacto social, en un año electoral.
Lo preocupante es que, según las estimaciones oficiales, los alimentos acumularon un incremento del 4,8%, lo cual implica un crecimiento en los índices de pobreza e indigencia.
“El Gobierno dice: ´Tenemos un problema con la inflación´. Chocolate por la noticia. Entonces se junta un día con los sindicalistas y le piden que no le pongan tope a las paritarias, ya que son un gobierno peronista”, dijo el economista Juan Carlos de Pablo al graficar parte del problema.
Tajante, afirmó: “A mí no me van a decir que un acuerdo político baja la tasa de inflación. Tenemos que ser directos”, y aconsejó al Gobierno “hacer una cosa más fuerte”.
Para la consultora Ecolatina, “tras dos meses de subas mensuales del 4%, el Ejecutivo está implementando un mix de medidas para frenar la inflación: búsqueda de acuerdo de precios y salarios, un menor deslizamiento del dólar oficial, subas acotadas de precios regulados (excepto combustibles) y posibles limitantes sobre las exportaciones”.
“Sin embargo, no será tan sencillo. El resto de los bienes y servicios privados continuarán con aumentos de consideración en los próximos meses”, alertó la consultora.
Advirtió que “problemas en la oferta producto de las restricciones en el mercado de cambios y paritarias tras un nuevo año de caída del salario real podrían impulsar al resto del índice en el corto plazo. En este sentido, prevemos que la inflación difícilmente perfore el 3% en el primer cuatrimestre del año”.
Para el economista Daniel Heymann, quien además de ser experto en precios asesora al Ministerio de Economía, la situación es compleja porque el Gobierno debe afrontar un “proceso macroeconómico complicado”, aunque consideró que “no es imposible de estabilizar” la situación.
“Los han hecho países alrededor nuestro, que tenían inflaciones crónicas importantes, incluso hiperinflaciones, por ejemplo el caso de Perú. Y en algún momento consiguieron, gradualmente, pasar de una inflación crónica a una economía con un dígito bajo de inflación”, sostuvo en declaraciones radiales.
Explicó que “hay cosas que son de sentido común. Si uno va a un negocio que vende cosas y ve que el precio subió, seguramente es porque la persona que vende el bien, decidió venderlo más caro que antes”.
“Hay una especie de proceso de fondo que hace que mucha gente decida al mismo tiempo aumentar los precios. Y eso tiene que ver con el comportamiento de los demás agentes”, señaló.