BUENOS AIRES (NA/ Belén Canonico) — A los 80 años, murió Charlie Watts, el mítico baterista de los Rolling Stone. La noticia la dio a conocer su agente de prensa, Bernard Doherty a travñes de un comunicado. “Falleció en paz en un hospital de Londres hoy, rodeado de su familia. Fue un querido esposo, padre y abuelo y también como miembro de The Rolling Stones uno de los mejores bateristas de su generación”, detalló y pidió respeto para la familia y los amigos del músico en este difícil momento.
Hace varias semanas que la salud de Watts era un enigma. Sobre todo, desde que a principios de agosto anunció que no podría participar de la gira por Estados Unidos junto a Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood, y que sería reemplazado por su amigo Steve Jordan. “Charlie se sometió a un procedimiento que fue completamente exitoso, pero sus médicos concluyeron esta semana que ahora necesita un descanso y una recuperación adecuados”, anunció el vocero de Watts, sin brindar más detalles sobre el cuadro del artista. Y señaló que “nadie vio venir” que no iba a poder subirse al escenario.
Por su parte, Charlie se mostró entusiasmado con mejorar su estado y poder volver al ruedo lo antes posible. “Estoy trabajando duro para ponerme completamente en forma, pero hoy acepté, siguiendo el consejo de los expertos, que esto llevará un tiempo”, admitió en el mismo mensaje. “Después de todo el sufrimiento de los fanáticos causado por Covid-19, realmente no quiero que los muchos fanáticos de Rolling Stone que han estado reservando boletos para esta gira se sientan decepcionados por otro aplazamiento o cancelación. Por lo tanto, le he pedido a mi gran amigo Steve Jordan que me sustituya”, concluyó.
Charlie Watts y su historia con los Rolling Stone
Watts comenzó a tocar la batería en su adolescencia, fanatizado con el jazz. Luego de terminar la escuela secundaria, estudió en Harrow Art School, trabajó como diseñador gráfico y la música quedó como un hobby. Sin embargo, en 1962 conoció a Jagger, Richards, Ian Stewart y Brian Jones y su vida dio un giro de 180 grados.
A principios de 1963 se unió a los Rolling Stone para reemplazar a Tony Chapman y se convirtió en el último miembro permanente en sumarse al exitoso grupo. Además, aportó sus conocimientos de diseño en el arte de tapa del disco Between The Buttons y la puesta en escena de las giras que lo llevaron a recorrer el mundo.
A diferencia de sus compañeros, Charlie tuvo una vida menos alocada. En 1964 se casó con Shirley Ann Shepherd, a quien conoció antes de convertirse a una estrella de la música, y juntos tuvieron a su única hija, Serafina. “Nunca he llenado el estereotipo de la estrella de rock”, reveló en una entrevista y aseguró que pasar tanto tiempo fuera de su casa era lo que menos le gustaba de su carrera.
Tuvo una época en la que el consumo de drogas y de alcohol le jugó una mala pasada abajo de los escenarios, pero según explicó solo fueron algunos años de oscuridad. “Creo que fue una crisis de mediana edad. Todo lo que sé es que me convertí totalmente en otra persona alrededor de 1983 y salí de eso alrededor de 1986. Casi pierdo a mi esposa y todo por mi comportamiento”, señaló.
En 2004 sufrió un duro golpe anímico cuando le diagnosticaron cáncer de garganta, a pesar de que había dejado de fumar muchos años atrás. Para curarse, se recluyo en su hogar acompañado por su círculo íntimo, se sometió a un tratamiento de radioterapia que duró seis semanas. Afortunadamente obtuvo buenos resultados y pudo hacer su regreso triunfal en la grabación de A Bigger Bang, el disco de estudio que la banda británica lanzó en 2005.
En más de 50 años de carrera, Watts marcó a varias generaciones con su talento y se ganó la admiración y el respeto de sus colegas y fanáticos de todo el mundo. Por eso, los fanáticos de la música están de luto.