NEUQUÉN (ED) — Una ciudad sitiada por las protestas. Así se vivió el mediodía del martes en la capital neuquina. Desde las 10.30 un grupo de organizaciones sociales, entre ellas el FOL, se movilizó a Casa de Gobierno, pero fue en el monumento a la Bandera donde se concentraron con mayor fuerza hasta entrada la tarde.
La ciudad quedó literalmente partida por un cordón de manifestantes que se extendió con sus reclamos, bombos y banderas desde la zona de la municipalidad hasta la calle Leloir, lo que potenció el embotellamiento de autos que venían del acceso de Avenida Ricardo Alfonsín.
Muchos padres que retiraban sus hijos de los colegios de la zona se vieron sorprendidos por la medida, y generó retrasos entre quienes viajaban a retirarlos y quienes los traían en el otro turno. El caos vehicular alcanzó hasta seis o siete calles alejadas del microcentro y tráfico que llegaba del barrio industrial se despejó por calle Jujuy con destino a la multitrocha.
El servicio de colectivos también se vio afectado por las protestas lo que se sumó al mal humor de los automovilistas.
La zona de obras de Avenida Alfonsín por el acceso norte obligó al tránsito de todo el caudal de autos por las calles laterales ocasionando largas demoras, y donde también faltó presencia policial y municipal para ordenar la circulación.
