NEUQUÉN (ED) — “Fue el embotellamiento perfecto”, ironizó un automovilista que quedó literalmente atascado a unos ochocientos, o quizás mil, metros del puente carretero que une a los municipios de Neuquén y Cipolletti ¿El motivo? Sorprendentemente absurdo: los municipios cortaron el tránsito para festejar los 85 años de dicho cruce.
Insultos, fastidios, reproches, bocinazos y llamados a la coherencia. Hubo literalmente de todo en esas largas filas que se formaron entre las 18 y pasadas las 21. No había más alternativa que el puente nuevo o el tercer puente, pero muchos no lo sabían, por lo que llegaban al embudo y pegaban la vuelta en maniobras peligrosas.
“Después de 25 minutos de espera desistimos de cruzar porque era imposible ¡Atoradísimo, cerrado”, se quejó un conductor. Otros esperaron más de una hora soportando la doble fila de bocinazos, en lo que sin dudas fue una cita no pactada con el estrés nivel caos (de tránsito).
Así se excusó la municipalidad de Neuquén respecto de este exitoso piquete oficial con motivos festivos que, encima, sigue: “El tránsito vehicular en el puente viejo que une las localidades de Cipolletti y Neuquén se encuentra cerrado por la organización del Festival de este domingo”.
Alguien en los municipios debería hacer la siguiente cuenta, sencilla pero necesaria: ¿A cuántas personas les interesó la puesta en escena y cuántas padecieron el corte? Quizá puedan llegar a sorprenderse.