BUENOS AIRES (NA) — El legislador porteño Gabriel Solano reconoció que el Polo Obrero (PO) cobra el 2% de los ingresos a cada uno de los afiliados que reciben un plan estatal, por lo que obligó a Eduardo Belliboni, líder del espacio, a explicar el motivo de la recaudación.
“Las organizaciones de los desocupados organizan y defienden un financiamiento autónomo para las necesidades de la lucha y de los barrios. El movimiento piquetero sostiene, sin apoyo del Estado, miles de comedores populares en todo el país”, dice el comunicado del PO, que lleva la firma de Belliboni.
A su vez, continúa: “Para eso es necesario, como cualquiera sabe, tener un lugar donde hacer la olla popular y por lo tanto pagar alquileres, comprar una garrafa, pagar los fletes para trasladar los alimentos que el Estado no entrega en la puerta de cada comedor si no en un depósito central. Gastos que debería financiar el Estado pero que terminan financiando las familias que concurren a los comedores”.
El texto sostiene que la “unidad piquetera” se enfrenta a un ajuste por parte del Gobierno Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto a diversos sectores de poder. “La base de este ataque es sostener que existen cobros compulsivos en el Polo Obrero para alimentar ‘cajas’ políticas”, señala. Ayer, Solano admitió que en el PO existe el sistema de recaudación y agregó: “Ese 2% sirve para financiar lo que el Estado no financia. Por ejemplo, el alquiler de comedores y merenderos, y el gasto logístico y de transporte de la mercadería. El Potenciar Trabajo son $19.000, estamos hablando de $380”.
“Las asambleas votan un aporte voluntario del 2% de los ingresos. En las asambleas del Polo, se rinde cuentas sistemáticamente sobre los ingresos y gastos y se aprueba colectivamente el destino de los recursos que son de todas y todos los compañeros. El Polo Obrero financia su actuación del mismo modo que un club, que una sociedad de fomento, un sindicato o cualquier otra organización popular”, detalla el comunicado.
Y agrega: “Con la diferencia que, por ejemplo, los sindicatos producen descuento obligatorio por planillas, cosa que ninguna organización social puede ni debe hacer. No es cierto que sea compulsivo porque el Polo Obrero no da bajas”.
El PO lidera un conflicto contra el gobierno de Alberto Fernández desde hace varias semanas en relación a la reapertura de los cupos del programa Potenciar Trabajo y el aumento de las partidas para los comedores sociales. Ayer, organizaciones sociales se movilizaron hacia el Obelisco con el fin de anunciar un nuevo plan de lucha, que incluye acampes a partir del próximo jueves.
Mañana tendrán una reunión con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, con la idea de destrabar la situación; aunque desde la Unidad Piquetera ven poco viable un acuerdo.