BUENOS AIRES (NA). — De no alterarse el articulado en el Senado, el proyecto de Presupuesto 2023 aprobado en Diputados contempla para los contribuyentes del Régimen de Monotributo de las categorías D a la H un significativo aumento en los montos a pagar en concepto de obra social. Se cambiaría la lógica actual de que todos los contribuyentes paguen la misma cuota fija, a que abonen una cuota acorde al nivel de facturación.
Concretamente mientras hasta ahora todas las categorías abonan como cuota de obra social $1.775,18 pesos mensuales, el proyecto estipula que a partir de la categoría D se eleven considerablemente los pagos para cada pase de categoría. Por ejemplo, en la citada categoría D se pasaría a abonar $3638,26, un 105% más.
En la categoría H la última para las locaciones de servicios, se abonará un aporte de $6615,02, lo que equivale a un aumento de 273%.
Así, las cuotas van subiendo progresivamente con cada nivel de facturación hasta alcanzar una cuota de $10.505,29 en la categoría K, la más alta del régimen para venta de cosas muebles. Este aumento equivale a un 492% en el aporte lo que encarece la cuota total un 35%.
En tanto, las primeras tres categorías (A, B y C) no sufrirían cambios manteniéndose el aporte en $1.775,18. El proyecto contempla que el cambio se hará efectivo el mes siguiente a la publicación de la Ley de Presupuesto. Se debe tener en cuenta también que a partir de Enero 2023 se debería actualizar, tal cual lo indica la ley, el valor del componente impositivo y jubilatorio, lo que aumentaría aún más el valor total de las cuotas.
Un punto a tener en cuenta es que el impacto del aumento de la cuota total en términos porcentuales es más fuerte en las categorías que van de la D a la G, dado el peso relativo del resto de los componentes en la cuota. Mientras que para la cuota total de una categoría F para venta de cosas muebles aumenta un 49% la cuota total, cuando nos elevamos de categoría el impacto se suaviza llegando a un 33% en las categorías I y J.
Si bien el aumento es importante, también debe ponerse en perspectiva con el nivel de facturación. Al pagar todas las categorías la misma cuota, hoy paga lo mismo por el servicio de salud un monotributista categoría B que factura un promedio mensual de 62 mil pesos, como uno de la categoría K que factura un promedio mensual de 500 mil pesos, lo que tampoco se veía muy equitativo y daba pie a reclamos de las obras sociales que deben aceptar a los monotributistas.
Este incremento tendría como objetivo reconocer los costos reales de la medicina y evitar que se dé la situación que muchos monotributistas han denunciado: las obras sociales del listado del Programa Medico Obligatorio (PMO), rechazan o dificultan la inscripción a los monotributistas que quieran atenderse en sus dependencias, por más que esté prohibido. Esto obedece a un reclamo histórico de las prestadoras, dado lo poco que aportaban los monotributistas y que las obras sociales atendían a perdida, desfinanciando el sistema.
En relación a los monotributistas que derivan sus aportes a una Prepaga el efecto será neutro, ya que, si bien abonarían una cuota más cara en el monotributo, la misma se deriva a la prepaga y le resta de la cuota mensual de esta última. Con lo cual ese mayor pago, impactará en un mayor descuento de la factura de la prepaga.