Argentina-México: una final anticipada que no hay que dramatizar

Entrenamiento de la selección Foto NA: AFA



BUENOS AIRES (NA). — La derrota de la Selección argentina contra Arabia Saudita en el debut del Mundial de Qatar 2022 colocó al combinado de Lionel Scaloni en aprietos de cara a la segunda fecha, contra México, pero para poder enfrentar ese duelo con la mente enfocada “no hay que dramatizar” porque se trata de “una situación deportiva”, analizaron psicólogos especializados en la materia.

“El mensaje a la gente es que lo vamos a intentar. Esto es fútbol, un juego y es importante que lo entiendan. Todo va más allá de un resultado”, subrayó el entrenador de la albiceleste antes de emprender vuelo a Doha.

Medido, cauto, el oriundo de Pujato buscó así desde el vamos bajar la tensión y la presión que recae sobre los jugadores, que a pesar de ser estrellas del primer nivel no son impermeables a todo lo que los rodea.

“Las situaciones límite son otra cosas: esta es una situación deportiva. Obviamente se mueven todo tipo de presiones, como las internas, de los objetivos propios y los del equipo, pero también las externas”, señaló la psicóloga especializada en deporte Silvina Beckmann en diálogo con NA.

Y profundizó: “Es cierto que frente a jugarse la posibilidad de quedarse afuera, la exigencia es mucho mayor y las presiones aumentan, pero eso no hace que sea una situación límite”.

Su colega Pablo Sucarrat coincidió en ese punto y en declaraciones a Noticias Argentinas remarcó la importancia de poner las cosas en su lugar: “No hay que dramatizar. Es un deporte. La vida continúa. Eso que decía Scaloni es un principio de realidad”.

El especialista, que actualmente colabora con el director técnico de la Selección de Honduras, Diego Vázquez, destacó una de las acciones que tuvo el Cuerpo Técnico argentino días atrás, cuando permitió las visitas de las familias a los jugadores: “El contacto con los seres queridos ayuda, es un cable a tierra para los futbolistas”.

Al respecto, consideró que los ayuda a “abocarse al hoy” y así evitar “jugar dos veces el mismo partido”: uno en la mente, con la ansiedad y los nervios pensando en qué podría pasar el sábado en el Estadio Lusail; y el de verdad, ya sobre el verde césped qatarí.

El propio capitán de la Selección, Lionel Messi, sabe la importancia de no maquinarse de más y en la conferencia de prensa previa al debut contra Arabia Saudita había subrayado el mensaje que le trataba de transmitir a sus compañeros, la mayoría de los cuales juega por primera vez un Mundial: “Si bien es difícil, en estos momentos trato de hacerle entender que tienen que disfrutar de los momentos, porque me pasó y a la edad de ellos no lo entendía, por eso les digo que lo disfruten y que vivan la experiencia al máximo porque no saben si van a volver a vivir otro Mundial”.

Destacar el rol del rosarino dentro del vestuario sería una verdad de Perogrullo y no dudó en sus palabras tras la derrota: “Este grupo se destaca por la unión y la fuerza grupal, es momento de eso, de demostrar que somos fuertes de verdad”.

Ante esa destacada frase, Beckmann explicó que “el líder es gracias al equipo y los equipos son gracias a sus líderes. Se construyen en un mismo tiempo y espacio, y finalmente se reinventan cada vez que sea necesario”.

Y agregó: “Cada día es un desafío y más allá de su magnitud , el jugador aprende de estos procesos, que muchas veces toca caerse y volverse a levantar. Los verdaderos líderes no se miden en los triunfos, sino en la superación de las derrotas”.

Lejos parecen haber quedado atrás los tiempos (y la metodología) de Carlos Salvador Bilardo, cuando en una situación similar advirtió al plantel del Mundial de Italia 1990 que prefería que se cayera el avión en el que viajaban a volverse a la Argentina eliminado en primera ronda.

En tiempos de redes sociales, Sucarrat aseguró que los futbolistas ya son conscientes de que “tienen que tener cuidado con su uso, porque saben que los siguen millones de personas”. “Pueden entrar a hacer alguna publicación, pero deben mantenerse al margen de la lectura de los comentarios”, añadió.

“El criterio de manejo sobre las redes es un aspecto sensible a cada jugador en particular. Están aquellos que lo hacen perfectamente, sin llegar a representar un conflicto o cierto grado de presión o ansiedad, tampoco un factor distractor y están aquellos que pueden llegar a padecerlo”, manifestó Beckmann.

Esa mirada desde afuera, muchas veces de anónimos, puede influir en el estado de ánimo de los deportistas, así como también los análisis de los periodistas, y tal vez hacia allí fueron las palabras de Ángel Di María, otro de los referentes dentro del plantel, una vez consumado el golpazo del 2-1 frente a Arabia Saudita: “Antes no éramos los mejores ni ahora somos los peores”.

Tal vez, todo podría resumirse en una de esas destacadas frases motivacionales que se pronuncian en los vestuarios: “Mente fría, corazón caliente”.

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