NEUQUEN (ED) — La Legislatura neuquina se sumó -en las últimas horas- a las nuevas costumbres, que rigen desde hace ya algunos años, y extendió las prohibiciones que existían sobre el uso de pirotecnia ¿Qué hizo? Aprobó un proyecto que establece la pirotecnia cero.
A partir de la sanción de la Ley 3371 en la provincia del Neuquén no se podrá utilizar pirotecnia ni fuegos de artificio bajo ninguna circunstancia. Hasta ahora, estaba solo autorizada en actos oficiales y con autorización previa.
“Toda el comercio que se realiza en Neuquén es clandestino “, señaló la diputada Soledad Salaburu (FdT) quien fundamentó la propuesta presentada por la Fundación Faro Patagonia y el Defensor del Pueblo, Ricardo Riva.
La legisladora recordó que desde 1983 está prohibido el uso de pirotecnia en toda la provincia, agregando que ” tiene un impacto negativo, no solo en las personas que tienen sensibilidad auditiva, sino también en el medio ambiente”. En ese sentido, puntualizó que, en primer lugar, se debe a que “la matriz productiva de nuestra provincia son los hidrocarburos y no sería bueno combinarlos con pólvora y, en segundo lugar, porque cualquier elemento de fuego en nuestros pastizales produce incendios”.
La nueva ley establece “la prohibición total aún para usos gubernamentales, la difusión a través de campañas de concientización y el aumento de las multas”.
La norma legal se sanciona oportunamente a pocas semanas de las fiestas de fin de año, donde la pirotecnia es el modo más común de celebrar la llegada de la navidad o el año nuevo. Sin embargo, todos los años se producen accidentes – a veces irreversibles- por el mal uso, por fabricación casera sin ninguna seguridad ,y muchas veces afectando a inocentes que son blanco de estos artefactos.
También hay que destacar que a pesar de los casi veinte años de vigencia de la ley, los controles fallaron sistemáticamente, aunque se debe reconocer que hubo avances en el secuestro de elementos ingresados ilegalmente a la provincia, y en algunos casos, con inspecciones a comercios o “vendedores” que los ofrecían clandestinamente, incluso desde vehículos estacionados.
En los últimos años se acentuaron las campañas de concientización acerca de la afectación a las personas con espectro autista, y a los animales que sufren o huyen por las calles de la ciudad, sin embargo todo ese esfuerzo no alcanzó todavía para silenciar los diferentes festejos.
Habrá que buscar nuevas formas, más sanas, económicas y seguras, para celebrar
