Se complican los planes del Gobierno

Uno de los grandes frentes de batalla que enfrenta el equipo económico son sin dudas los vencimientos de deuda y la financiación del déficit fiscal.



BUENOS AIRES (NA). — Esta semana el gran jugador de la economía argentina ha sido el “dólar soja”. Ya por su tercera versión (la primera –y poco recordada debido a su estrepitoso fracaso- impulsada por la ex ministra de Economía Silvina Batakis y la segunda, aquella acontecida durante el pasado mes de septiembre) el esquema cambiario finalmente logró que el Banco Central de la República Argentina acumule algo de reservas esta semana.

Al cierre del viernes la entidad monetaria logró hacerse de 457 millones de dólares. El sector sojero liquidó algo más de 956 millones de dólares y lo que preocupa claro es la poca retención de reservas que efectúa el BCRA. Las necesidades de importación hacen que el nivel de acumulación no sea el deseado.

Mientras Sergio Massa pretende reducir los índices de inflación hasta alcanzar niveles de precios que no aumenten por encima del 3% mensual, lo cierto es que con el nuevo esquema cambiario (que paga 230 pesos por cada dólar liquidado al complejo sojero) debe emitir 60 pesos adicionales por dólar, lo que implicará probablemente una emisión adicional durante diciembre en torno a los 200.000 millones de pesos: esto sin dudas agregará cierto dramatismo adicional a la dinámica inflacionaria.

El otro gran frente de batalla que enfrenta el equipo económico son sin dudas los vencimientos de deuda y la financiación del déficit fiscal. Uno de los días claves será el 14 de diciembre donde el Tesoro deberá lograr refinanciar cerca de 465.000 millones de pesos. Además las necesidades de financiamiento son considerables: se estima que se necesitan 500.000 millones de pesos adicionales para cerrar el año fiscal. De no lograr financiarse en el mercado, es probable que se deba recurrir a la emisión monetaria que ante los actuales niveles inflacionarios lejos está de ser algo recomendable.

El Gobierno está pensando impulsar su última carta: ofrecer un bono que se compre en pesos y que luego el Gobierno se comprometa a que en su vencimiento lo devolverá en dólares. Parece que Sergio Massa sabe que no hay muchas alternativas ante un mercado que desconfía de un gobierno al que le vencen desde aquí y hasta el día de las elecciones de 2023 el equivalente a cuatro veces todo el dinero que circula en la economía argentina. Los números son impresionantes.

Nadie sabe que es lo que va a pasar, sin embargo muchos coincidimos que en el horizonte hoy se ven muchos problemas que el gobierno no parece estar preparado para resolver. El resto, está por verse.

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