BUENOS AIRES (NA) — Una bebé de tres meses falleció durante la madrugada de este viernes en las inmediaciones de Casa Rosada, según constató el Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una familia que estaba en situación de calle y que pasaba las noches sobre la avenida Paseo Colón a la altura de 157, casi a la altura del Ministerio de Economía.
El suceso se produjo luego de que el INDEC haya dado a conocer un nuevo informe sobre la pobreza e indigencia en 31 aglomerados urbanos, que indica que la pobreza afecta al 39,2% de la población aumentando 2,7 puntos porcentuales respecto del primer semestre de 2022. Además, quedó registrado que el 54,2% de los menores de 15 años son pobres en la Argentina, aproximadamente unos 6 millones de niños y niñas.
El hecho se produjo durante la madrugada, cuando al despertar se dieron cuenta de que la bebé presentaba dificultades para respirar, y no reaccionaba a los estímulos.
La familia no contaba con muchas pertenencias personales, y según los registros del programa Buenos Aires Presente (BAP), línea de atención para personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica y habitacional, fueron asistidos en distintas oportunidades desde 2019 y habían comenzado a gestionar el subsidio habitacional en ese mismo año.
Los progenitores de la beba acudían diariamente a un comedor en el barrio de San Telmo para poder recibir una vianda de alimentos para el grupo familiar. “Estamos destruidos”, dijeron en horas de la noche los padres de la pequeña fallecida, Brenda y Hernán, en declaraciones a la prensa en el distrito de Avellaneda.
La Fiscalía Criminal y Correccional 10, a cargo de Santiago Vismara, secretaría del Dr. Taboada, labró actas por “muerte dudosa” y dispuso la Unidad Criminalística Móvil y al gabinete de Psicólogos a asistir a los padres, quienes aún se encuentran en la Comisaría Vecinal 1 B.
Un comerciante de la zona, testigo del hecho, reveló que escuchó que entre las 5 y las 5:30, la pareja que describió de entre 25 y 30 años comenzó a gritar, “Mi beba, mi beba”, y corrieron a pedirle un teléfono. Según precisó, los progenitores de la menor tienen otro hijo menor y duermen en diferentes lugares de la zona.