NEUQUÉN (ED) — El Defensor del Pueblo de la ciudad de Neuquén, Ricardo Riva, se refirió a su postulación para un nuevo mandato (tiene tres adversarios entre ellos un concejal del oficialismo), y destacó que su objetivo es mantener a ese organismo como institución que asiste a los vecinos cuando en otros les cierran las puertas.
No son novedad los fuertes cruces que protagonizó la Defensoría con la actual gestión municipal. En un Deliberante con amplia mayoría oficialista, por ahora el espacio se sostiene como el único contralor sobre varias cuestiones, entre ellas la defensa de los derechos ambientales.
La gestión de Riva termina a mitad de año y luego decidirá el Concejo.
Consultado sobre la elección (su mandato vence en julio) Riva dijo que “será en mayo el momento de generar las entrevistas para escucharnos y poder ver lo que cada uno de nosotros tiene como proyecto para la Defensoría”. Las entrevistas y la designación se realizan en el Concejo Deliberante.
“El último día (previo a la inscripción) que era el 28 de febrero, tomé la decisión de presentarme; creo que el concurso vencía a las 13 y nosotros llegamos 12.40, aproximadamente, a presentar los papeles”, contó.
“Lo que a mí me preocupa de la Defensoría es sostenerla como institución, por lo que significa. Me parece que es un espacio que se debe respetar y tratar en lo posible de que esté fortalecida, porque hay una falta de credibilidad (en otras instituciones) y es un espacio para el pueblo, que les queda frente a veces a tanto cierre de puertas, de posibilidades para las personas”, consideró.
Finalmente aclaró que actualmente la Defensoría tiene “muchas causas que tienen que ver con amparos en defensa del derecho ambiental y de distintos derechos humanos” y aclaró que “si no hay firma, obviamente, todas esas causas pueden llegar a caducar”.
