NEUQUÉN (ED) — El miércoles se vivieron momentos de incertidumbre y hasta de pánico entre los comerciantes de Cipolletti. Es que en medio de las corridas cambiarias (el dólar había orillado los 500 pesos) y de la inflación desenfrenada comenzaron a circular convocatorias al saqueo (o los saqueos). Horas más tarde intentaron bajarle el tono. Dieron a entender que era la obra de delincuentes comunes. Pero el viernes la policía rionegrina reforzó la seguridad y multiplicó la presencia de la división montada en puntos a los que se considera estratégicos. Es evidente que los rumores fueron tomados en serio.
Tan en serio que se hizo un rastreo y se identificó a ocho de los individuos que supuestamente hicieron correr las convocatorias a saqueos. También se dijo que dos de ellos tenían vinculaciones con algún político, pero no se aclaró a que sector pertenece ese supuesto dirigente. Lo que es seguro es que el asunto este de los saqueos se difundió tanto a través de WhatsApp como de las redes sociales.
También es cierto que la seguridad seguirá reforzada durante todo el fin de semana largo y que un grupo de vecinos auto convocados (eufemismo siempre útil para intentar cierto grado de anonimato) llamó a una protesta para este sábado. No se habló de horario, ni se lo condicionó a los vientos. Pero trascendió que están hartos de la escalada de precios y que reclaman seguridad.
En declaraciones a medios locales, el presidente de la Cámara de Comercio de Cipolletti, José Luis Bunter, se despegó de la convocatoria a la protesta y consideró que quienes incentivaron a los saqueos que afortunadamente no se realizaron buscaron “desestabilizar y encontrar una oportunidad para delinquir”. Es por eso que ahora los comerciantes -en especial los de los supermercados- están con la guardia alta.
