NEUQUÉN (D). — Lamentablemente quedó demostrado, una vez más, que no es con cambios en el lenguaje sino con el cumplimiento efectivo de las leyes y con una adecuada estrategia de prevención, cómo debe protegerse a las mujeres.
Gisella Fuentes tenía 41 años y este domingo fue asesinada, en la localidad neuquina de Centenario. Junto al cuerpo estaba su ex pareja, un sujeto de unos 35 años y que quedó demorado.
Se dice que el sujeto este tenía prohibición de acercamiento. De ser así, nadie se ocupó de que la cumpliera, claro es domingo, día de descanso. Por lo poco que se sabe hasta ahora, faltaban sólo unos minutos para las 8 de la mañana, cuando los efectivos de la Comisaría 52 salieron de su modorra con las llamadas de un par de vecinos. Se escucharon disparos de armas de fuego, dijeron.
Hacia allá fueron, con todo la celeridad del caso. Y llegaron a la vivienda de la calle Pablo Neruda en la que encontraron a la mujer tendida en medio de un charco de sangre. El disparo había sido en el pecho y la muerte inmediata. Nada podía hacerse. El cuerpo estaba tendido prácticamente en el ingreso a la vivienda.
Se cree que cuando irrumpió su asesino la mujer se encontraba con otro hombre que también fue demorado, aunque no se explicó por qué. Ese hombre llegó al hospital local con una herida de arma de fuego, pero fuera de peligro.
Lamentablemente las estrategias no hado resultado. O al menos no los que se esperaban. La violencia se sigue expresando de la forma más cruel, pese a que hay ministerios de las Mujeres.
