NEUQUÉN (ED) — “Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, sí, juro. Sí a la vida”, dijo la diputada neuquina, Nadia Márquez (Arriba Neuquén) al prestar juramento en la Cámara Baja del Congreso de la Nación. En total fueron cinco, los legisladores evangélicos que juraron su cargo este jueves.
Abogada y reconocida pastora, Márquez tiene un breve, pero ascendente recorrido en la política y el secreto radica en la lealtad a sus convicciones. Concejal en la ciudad de Neuquén, resultó diputada provincial electa por el frente de partidos que conduce el gobernador electo, Rolando Figueroa, y no asumió porque también logró una banca nacional, como candidata del espacio libertario. Es la voz de Javier Milei en la provincia de Neuquén.
La defensa de la vida y el consecuente no al aborto es una de sus banderas irrenunciables, otra es la defensa a ultranza de la provincia, situación que la llevó a confrontar incluso con el propio Milei, cuando este deslizó la posible “venta” de Vaca Muerta. Juró con un pañuelo celeste anudado en su muñeca derecha.
La diputada es miembro de la Junta Directiva del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, y secretaria de la Unión Iberoamericana de Políticos Cristianos (UIPC). No negocia sus convicciones, pero sabe trabajar en equipo; de hecho, tanto en el Concejo como en el frente Neuquinizate sumó sus aportes a la pluralidad de ideas.