NEUQUÉN (ED) — Pese a que la izquierda sindical neuquina se mantiene firme en su postura de no permitir el regreso a clases, hay expectativas de que los paros terminen de una vez todas. Este miércoles, las seccionales del gremio docente ATEN resolverán, en asambleas, la nueva propuesta salarial del gobierno. Luego, el jueves, definirá el plenario provincial de secretarios generales. Si acepta se producirá el ansiado regreso a las aulas.
Como era previsible, ATEN Capital (seccional que controla la izquierda) ya expresó su rechazo, pero la comunidad está esperanzada en que las otras seccionales acepten la propuesta, tal como lo hicieron las de Rincón de los Sauces, Chos Malal, Añelo, Centenario y Cutral Co-Plaza Huincul.
La seccional capitalina está bajo la conducción de las ex diputadas provinciales y ex concejales capitalinas Angélica Lagunas (de la Izquierda Socialista) y Patricia Jure (del Partido Obrero), quienes tienen dos frentes de batalla bien marcados.
Uno es con el conductor del gremio a nivel provincial, Marcelo Guagliardo (kirchnerista) por la conducción del sindicato. El otro es a nivel político partidario, por las disputas de futuras candidaturas (aunque ambas ya fueron candidatas prácticamente a todo). En función de estos frentes incrementan en forma deliberada el nivel de conflictividad, cuando lo interpretan necesario para sus intereses.
Desde esta óptica, es lógico el rechazo a cualquier acuerdo porque “el negocio” está en el conflicto por el conflicto mismo. En este caso, alimentaron el rechazo, aunque el gobierno ofreció lo que el propio sindicato había pedido: la actualización salarial según el índice inflacionario, sistema al que se conoce como de IPC.
Lo malo (en realidad, muy malo) es que los alumnos de la educación pública a la que la izquierda dice defender son los principales perjudicados en todo esto. A punto tal que ya perdieron marzo.
