Reclama por un conflicto en una empresa privada. Lo que le corresponde al Estado es asegurarse que ésta cumpla el servicio.
NEUQUÉN (ED) — Un conflicto que se desató en el hospital Bouquet Roldán de la ciudad de Neuquén dejó en evidencia que la izquierda no ha comprendido que el país cambió y que la doctrina del Estado benefactor ha quedado atrás. Lo que propuso un legislador es que la provincia de Neuquén se haga cargo de un puñado de trabajadores que, lamentablemente, tienen problemas con su empleadora.
La empleadora es una compañía privada llamada Belclau que accedió a la provisión del servicio de limpieza, mucho antes de que asumiera esta nueva gestión provincial, que ahora heredó este conflicto. Hasta ahora, en la Argentina, se reclamaba y -en algunos se accedía- a que la administración pública se hiciera cargo de los empleados privados que eran despedidos o que quedaban a la deriva cuando se iba la empresa contratada. Pero el Estado no puede seguir creciendo.
Con ese conflicto en sus manos, el diputado por el Frente de Izquierda y referente del gremio Ceramista, Andrés Blanco, reclamó que el Ejecutivo garantice la continuidad laboral de personal tercerizado del hospital Bouquet Roldán.
Lo hizo con un proyecto en el que también expresó solidaridad con “la lucha de las trabajadoras y trabajadores en la defensa de los puestos de trabajo contra despidos y suspensiones arbitrarias”.
“Se están realizando medidas de fuerza por el despido arbitrario y discriminatorio de dos trabajadoras y la suspensión de otras 15 por haber participado en una asamblea”, dijo el legislador. Lo que corresponde es revisar el contrato y obligar a la empresa a que cumpla con la palabra empeñada, es decir con la prestación del servicio. Si no lo hace, habrá que aplicarle las sanciones que estén contempladas.
