Agustín Velázquez un embajador de pases gol 




Supo potenciar a San Patricio del Chañar y ahora lo disfruta el City Group. Desde España les deja un mensaje de esperanza a los jóvenes deportistas para que alcancen su sueños. 

NEUQUÉN (ED) – Con cinco horas de diferencia, Agustín Velázquez ya se acostumbró al horario europeo, le costó un poco más el fútbol porque el potrero argentino tiene otros ritmos, más raspa que raspa,  pero hoy sabe que lo único que le queda es crecer. 

Se trata de un neuquino por elección que llegó a San Patricio de Chañar por unos meses y se quedó un año y medio. Allá por 2019, toda la afición disfrutó de su fútbol. “A mí Neuquén es como que me adoptó, porque yo en realidad soy de Jujuy. Tengo muchos lindos recuerdos de ahí y fue cuando se dio la posibilidad de que un chico del Chañar llegue a España. Todos decían que estaba un poco loco.  Está es la cuarta temporada que voy a jugar aquí, así que estoy muy feliz”, explica Agustín, que cumplió 26. 

“Juego de todo lo que tenga que ver con ataque. Si me preguntan que prefiero más, hacer un gol o dar una asistencia, y la verdad que me siento más cómodo dando una asistencia o un pase gol”, reconoce y no puede evitar hablar de fútbol.

Llegó a San Patricio del Chañar tras dejar la división Inferior de San Lorenzo -equipo donde aprendió a amar los colores cuervos- pero la llegada de Almirón y un clan de colombianos le taparon la subida a la primera. Una jugada que le marcaría el destino a muchos chicos. 

Por su mente pasó de todo, estuvo en cuarta y llegó hasta reserva, quedó libre y se enfrentó a la disyuntiva de su futuro. Tenía posibilidades de ir a un Federal A, pero su sueño era Europa y decidió algo más temporal.

“Tenía un primo que era del Chañar, y me dijo que estaba el Club San Patricio, que podía ir a agarrar ritmo. El club estaba en ascenso. En ese entonces el club siempre ascendía un año y el otro año descendía. Acepté el reto y después, pasó lo de la pandemia y todo eso y al final algo que iba a ser por unos cuantos meses terminó siendo en años”, recuerda. 

El entrenamiento en las bardas lo ayudó mucho en lo físico. Conseguiría una copa frente a Cipolletti B hasta que llegaría el salto europeo.

El Leganés le abrió la puerta a España durante la pandemia. El 25 de agosto de 2021 salió de Ezeiza con un vuelo directo a Madrid. Después de un año y medio dejaría tierras neuquinas, pero guardaría los mejores recuerdos.

“Llegar a una ciudad tan grande como Madrid fue impresionante. Si te lo describo con palabras me quedo corto, pero obviamente muy lindo. Aquí aprendí mucho. Llegué con 22, y aquí terminé de aprender a jugar fútbol, tácticamente. Porque a pesar de que en San Lorenzo tuve muy buenos profesores la verdad que acá lo que es la salida de la pelota y todo eso lo tienen muy perfeccionado, y a rajatabla”, señala.

Cuando llegó le corrigieron el pelotazo, porque ellos prefieren salir tocando. Tampoco conciben hacer tiempo y otras mañas que son bien argentinas.  “Igualmente eso nunca se me va a ir porque es como ya lo tengo incorporado en el potrero”, reconoce a la distancia.

En una comparativa Agustín reconoce que el futbol europeo tiene más capacidad aeróbica, porque corren todo el tiempo, pero pierden en otras: “Creo que el fútbol argentino es más duro. Allá a los jugadores de crear juego se les pega más, se les hace sentir más el rigor físico. Se los raspa, como dice el futbolero”. 

Otra diferencia que observó es el peso del control sobre el sistema de alimentación en los más chicos que en Argentina también cuesta por un económico. También sabe que futbol profesional y físico a veces te limita.  “Juegan a dos o tres toques desde chicos, entonces ya no salen cracks, como Pablo Aymar, jugadores así que son más mezquinos de dar pase, pero claro, a lo mejor en dos, tres dribbling te hacían el gol. Es más difícil detectar esos talentos de gambeta”.

Sobre su jugador referente reconoce a Riquelme, pero sobre todo al enorme Messi. “A mí se me metió en la cabeza de venir a España por Messi, siempre lo dije. Como uno crecí  de chico viéndolo jugar aquí en el Barcelona. Es como que se metió eso en la cabeza de uno y dice, bueno, algún día me gustaría jugar en ese país”.

Tras su paso por el seleccionado argentino sub 20, el Leganés y otros equipos, llegó al Racing de Mérida, que es propiedad del City Group. “El director deportivo me dejó claro que si yo tenía una buena temporada no iban a dudar en posicionarme en un mejor equipo”, afirma y se entusiasma: “Mi idea es quedarme”.

Mientras disfruta de verano español también se toma un tiempo para dejar un mensaje a los jóvenes: “No dejen de intentarlo, ni crecer. No siempre estuve bien, me tocó cuando estuve en Inferiores de Gimnasia de Jujuy no jugar mucho. Cuando estuve en San Lorenzo me tocó tener una gran proyección y después pasó que me lesioné y ya cuando cumplí los 21 me dejaron libre. En cualquier momento llega lo que uno espera. Hay que seguir peleándola e insistiendo por lo que uno quiere”.

Agustín Velázquez vive el fútbol como su sueño y además se encuentra haciendo el curso de entrenador. Con una proyección tremenda dentro del City Group, dueño del Manchester City y otros galácticos, espera seguir haciendo muchas asistencias de gol.

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