Aseguran que su equipo devuelve el vehículo oficial sucio y ocasionalmente roto, aunque por cuestiones menores.
NEUQUÉN (ED). — En la Legislatura neuquina hay una queja que corre por pasillos y por varias de las oficinas, aunque aseguran, no todas, sino solo la de algunos diputados. Para ser precisos, solo las oficinas de aquellos que están enojados.
Aseguran que el plan de austeridad que puso en marcha la vicegobernadora, Gloria Ruiz, llevó a que se redujera el número de camionetas oficiales y que, en consecuencia, tengan que compartirlas.
En función de la convivencia y de las buenas costumbres existe un compromiso implícito de entregar a esos vehículos limpios y en perfectas condiciones de funcionamiento. Pero, se asegura, no todos cumplen.
Es más, señalan a una diputada que al parecer no tiene apego por la pulcritud vehicular ni por el mantenimiento automotor. Por el contrario, la gente de su equipo devuelve a la camioneta generalmente sucia, y con problemitas menores de los que no se hacen cargo, dicen. ¡El colmo fue cuando la trajeron sin la rueda de auxilio! Rezongó una fuente que pidió que su identidad permanezca en reserva (como el combustible).
La apuntada por las críticas es la diputada Gabriela Suppicich, del Frente de Izquierda, que además es mencionada también en una causa judicial por la que se investiga un presunto fraude al Estado provincial neuquino.
La información no tardó en llegar a la secretaria de cámara María Isabel Ricchini – que estaría muy enojada por la situación, pero además por lo que se escapó más allá de los pasillos del enorme edificio de calle Leloir. Además, la ola generó que a un encargado lo cambian de oficina.
