Realizan allanamientos en cinco ciudades, incluida Neuquén. La mayoría de los certificados bajo sospecha fueron presentados por docentes
NEUQUÉN (ED). — El escándalo de las licencias truchas con las que agentes del Estado Provincial Neuquino cobran inmoralmente sin trabajar (al amparo de médicos inescrupulosos que extienden los certificados) escribió, este jueves, un nuevo capítulo, con los allanamientos solicitados por el fiscal Diego Azcárate. La gran mayoría de los certificados sospechados de falsos fueron presentados por docentes ante el Consejo Provincial de Educación (CPE).
Los allanamientos comenzaron esta mañana, con la colaboración de la Policía de Neuquén y la supervisión del fiscal jefe Pablo Vignaroli. Fueron autorizados por el juez de garantías Juan Guaita y son ocho en total: comprenden centros médicos, consultorios médicos y viviendas particulares en las ciudades de Neuquén, Zapala, Picún Leufú, Cutral Co y Rincón de los Sauces.
Los investigadores buscan documentación sobre turnos e historias clínicas, además de equipos informáticos como computadoras, tablets y teléfonos. Esto para intentar determinar las pautas bajo las cuales fueron otorgados los certificados médicos en diferentes especialidades, entre enero y julio del actual año. La denuncia la hizo el Fiscal de Estado de la provincia de Neuquén, Raúl Gaitán.
De acuerdo a la denuncia, en el periodo mencionado fueron otorgados más de 3.000 certificados a empleados y empleadas de la administración pública, que implicaron en conjunto más de 25 mil días de licencias.
Tal como publicó oportunamente El Digital, las licencias médicas truchas no son sólo un delito y una inmoralidad soberana, sino también una pesadilla para las arcas del Estado provincial neuquino, ya que aquellos vagos que incurren en esa maniobra siguen cobrando sus sueldos hasta que son detectados. En el caso de los docentes es aún peor, ya que generan suplencias, y hasta suplencias de suplencias, por lo que la provincia paga tres sueldos por el mismo cargo.
El gobierno que conduce Rolando Figueroa se propuso erradicar los vicios e ilegalidades que, sabía, iba a heredar de gestiones anteriores. Y fue así como puso en marcha un plan de austeridad y de eliminación de los gastos innecesarios del Estado, que ahora le permitió detectar la existencia de 3.889 licencias sospechadas de truchas.
En caso de comprobarse los delitos, a los médicos deberá caerles todo el peso de ley; al tiempo que los docentes y empleados que presentaron los certificados truchos deberán ser sancionados y, llegado el caso, despedidos sin indemnización.
