La seccional capitalina pretendió desconocer el mandato gremial de suspender el paro que ya había anunciado para la semana próxima
NEUQUÉN (ED). — La izquierda neuquina mostró su perfil más antidemocrático. Lo hizo, este jueves, a través de Angélica Lagunas, ex diputada del FIT que -como secretaria general de la seccional capitalina del gremio de los docentes (ATEN)- desconoció el mandato de ATEN provincia que resolvió suspender el paro que la seccional ya había anunciado para jueves y viernes de la semana que viene. ¿Perdió y no tardó en mostrar señales de intolerancia?.
Como el miércoles 11 es el día del maestro y obviamente no trabajan, algunos buscaban otro fin de semana extra largo. Pero este arrebato de lucidez de la dirigencia provincial del sindicato al que pertenecen (y deberían respetar) le arruinó los planes.
Lagunas y sus activistas pretendían mantener de rehenes a los alumnos y estudiantes a los que les arrebataron varias jornadas de clases. Tantas que comenzaron en la semana inmediatamente posterior a las vacaciones de invierno y siguieron hasta ahora, cuando la conducción provincial (en realidad el plenario de secretarios generales de toda la provincia) dijo basta.
La suspensión de los paros la decidieron luego de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la provincia de Neuquén declarara admisible un planteo de inconstitucionalidad que realizó el gremio contra la Ley de Incentivo docente. ¿Qué hay de inconstitucional en esa norma legal? Habrá que esperar a que el máximo tribunal se expida sobre la cuestión de fondo.
Una vez que se conoció la suspensión de la seguidilla de paros, la seccional de Lagunas puso el grito en el cielo y se despachó con un catálogo de cuestionamientos contra el secretario general de ATEN provincia y jefe del TEP (agrupación interna del gremio), Marcelo Guagliardo, quien también es responsable -aunque en menor medida- de la injustificable pérdida de horas de clases.
“Como ya hemos explicado, el paso que significa la aceptación de admisibilidad, NO significa la suspensión de la Ley. Por ello es profundamente antidemocrático y al mejor estilo de Baradel, el levantamiento del paro. Repudiamos el accionar de Guagliardo y todo el espacio TEP, que como pierden las asambleas realizan estas maniobras”, difundió en sus redes la seccional de Lagunas.
Paradójicamente, la que no reconoció la derrota fue ella. Tan enojada quedó que llamo a “que los dirigentes que pretenden terminar con los mecanismos democráticos, sean repudiados cada vez que cambian y acomodan los mandatos de las bases a su antojo”.
Es de esperar que, de aquí en más, las internas y ambiciones (no sólo gremiales, sino también políticas) no vuelvan a perjudicar a la educación pública.