Preocupantes denuncias de violencia interna




“Misma actitud llevan a cabo en cada escuela generando espacios laborales atravesados por la violencia laboral”. El grupo es minúsculo, pero perjudicial.

NEUQUÉN (ED) — La semana que acaba de finalizar no sólo marcó la suspensión del paro (a todas luces, injustificado) con el que la dirigencia sindical les arrebató días de clases a los alumnos, sino que también desnudó más pormenores de la puja interna del sindicato (ATEN), que es cada vez más violenta y que termina perjudicando a la sociedad neuquina en su conjunto.

Para entender de qué se trata, se impone un breve resumen. El cuadro de situación es el siguiente: ATEN provincia es gobernada por Marcelo Guagliardo (de la agrupación TEP y de linaje peronista), mientras que ATEN capital está bajo el comando de Angélica Lagunas (jefe de la Izquierda Socialista en Neuquén y de la agrupación sindical Multicolor).

Lagunas tiene apetencias políticas. De hecho, fue concejal y diputada provincial por el Frente de Izquierda (FIT), además de candidata a cuanto cargo tuvo a su alcance. Cuenta con aliados piqueteros, también de agrupaciones políticas sospechadas de entrometerse en la interna de ATEN, para contribuir a una supuesta persecución sobre la que se ya se pronunciaron tanto Guagliardo como otros sindicalistas.

El gran problema es que, ahora, se dijo que las actitudes pendencieras no sólo se perpetrarían en las asambleas, sino también en las propias escuelas. En efecto, sobre el filo de la semana (laboral para todos, salvo para los vagos que adhirieron a los paros) el TEP de la ciudad capital se expidió al respecto. Lo hizo sin tapujos a través de sus redes sociales.

Entre muchas otras cosas, difundió lo siguiente: “La Multicolor solo da muestras de impotencia en vez de valorar el avance de la admisibilidad de la causa y desata un nuevo ataque a compañeras y compañeros que no comparten su mirada”.

“No sorprende que nada les alcance porque jamás llamaron a aceptar ninguna propuesta de nadie”, dijeron. Y acusaron: “Su decadencia ética y política es tal que hablan de maniobras cuando es de público conocimiento las actitudes intolerantes y violentas que desde sus dirigentes hasta sus militantes partidarios desataron en todas las asambleas intimidando a quienes piensan distinto y fomentando discursos de odio lejos de todo debate político serio”.

“Misma actitud llevan a cabo en cada escuela generando espacios laborales atravesados por la violencia laboral que incentivan en vez de respetar las diferencias”. Violencia laboral y decadencia ética. Obviamente no son la mayoría, sino un grupo minúsculo, radicalizado y fácil de detectar. No hay dudas de que el asunto amerita una investigación urgente.

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