Las escuelas neuquinas del interior podrán navegar por internet a la velocidad de las grandes ciudades. La federalización de los accesos está atada a la tecnología y las decisiones políticas.
NEUQUÉN (ED). — El cambio radical del mundo con la mano de Elon Musk es irrefutable. Ahora gracias a las recientes antenas satelitales de internet de banda ancha, las escuelas del interior no tendrán nada que envidiarles a sus pares de las grandes ciudades neuquinas. Y lo más importante lo disfrutarán los estudiantes.
Quien ha viajado por el interior sabe que la falta de conectividad también es parte de una pesada herencia. Trasladarse por la ciudad de Chos Malal buscando señal de celular es una odisea. Ni hablar de conectarse internet o cazar un Pokemón. El problema es cuando esas brechas terminan impactando en la forma en que los estudiantes estudian y buscan capacitarse.
Ahora gracias a los avances de la tecnología -aplausos para la innovación de Starlink y la tecnología norteamericana, aunque le duela a los zurdos- y la ampliación de la cobertura para los mortales en esta zona del hemisferio, se democratizarán los accesos.
La otra pata la aportará el gobierno de la Provincia, con la decisión política del gobernador Rolando Figueroa que sigue extendiendo su plan de regionalización, cubriendo los caros equipos y llevándolos a las escuelas rurales de toda la provincia. Demostrando que la regionalización no se termina en el video de las redes sociales o el eco de un acto.
Esta semana culminará la conexión de 20 establecimientos educativos, con la proyección de alcanzar 200 escuelas, a fin de año. “Los pingos se ven en la cancha”, y los techos esperan por las antenas.
