Apuntó a las tomas por los supuestos recortes: ¿el reclamo es por los gastos de funcionamiento o es político?”, se cuestionó.
NEUQUÉN (ED) – La diputada nacional por LLA, Nadia Márquez dilapidó a la izquierda que levantó las banderas de una defensa de la universidad pública y cuestionó el silencio durante las gestiones kirchneristas. “Estamos a favor de las universidades públicas y no aranceladas, no estamos de acuerdo con que se utilicen las universidades como centros de promoción de izquierda”, reclamó.
Recordó que “las tomas son un delito, no son una medida de fuerza. Cortar calles es un delito, no es una forma de protestar, entonces tenemos que poner las cosas en su lugar”.
“La mayoría de todos esos son zurditos, ni siquiera necesitan levantar el teléfono, se ponen todos de acuerdo, todos quieren recibir más plata sin que los auditen, sin que las universidades funcionen mejor, sin que tengan mejores edificios, es lógico”, disparó.
Durante una entrevista con el programa Enfocados que conduce Matías Cesari, Márquez lamentó que “la ideología de izquierda nos llegó a la pobreza. Nos llegó a pensar que el Estado te tenía que dar todo. Que el Estado te tenía que ser omnipresente, casi espíritu santo. En todos lados. No, no funciona así”, reforzó.
“Cuando los zurditos no estaban en el mapa de la educación pública, fuimos los evangélicos protestantes los que en Argentina, cuando todos estos estaban calladitos, pedimos la universidad pública. Cuando todos esos grupos no estaban, éramos los evangélicos protestantes los que pedíamos por la educación pública. Y lo vamos a seguir haciendo”.
La legisladora cuestionó que las inversiones en las universidades públicas sean prácticamente las mismas, en algunos casos superiores a las de una universidad privada pero no siempre se reflejan en mejores condiciones.
El voto de la diputada en el Congreso por la Ley de Financiamiento le ganó una declaración de persona no grata en la UNCo -un espacio conducido por la rectora y militante Beatriz Gentile-. Sobre la situación Márquez justificó: “Es por defender la democracia” y reclamó que “las universidades deberían ser los centros donde prima todas las voces en este programa, ¿cómo puede ser que declaren a alguien no grato porque no piensa como ellos? Flor de ridículos”.
“Hay dos grandes gastos que tienen las universidades: de funcionamiento y lo que implica masa salarial. Durante el gobierno anterior no se actualizaron los gastos de funcionamiento. Con una inflación del más del mil por ciento acumulada. Inflación creciente. Se demoraban dos y tres meses en pagar. ¿Alguien vio una toma? ¿Alguien vio una protesta? Nadie”, se respondió.
En esta línea, recordó que “el gobierno de Javier Milley, con una inflación decreciente, , actualizaron un 270% los gastos de funcionamiento de las universidades. Y ya hicieron dos paros, 30 tomas. Entonces, ¿el reclamo es por los gastos de funcionamiento o es político?”
Similar situación ocurrió con la masa salarial que con una inflación del más del mil por ciento con una pérdida del poder adquisitivo de docentes universitarios del 40%, aproximadamente tampoco registró paros hasta que cambió el gobierno.
Evaluó las marchas y reconoció que la primera “fue expresión genuina de la sociedad con miedo a pensar que lo que se quería era desfinanciar o cerrar las universidades. Nada más alejado”, pero también evaluó que la segunda con Massa y el kirchnerismo detrás “no fue tan rotunda en ningún lado del país”.
“Uno es la discusión de cómo mejoramos la educación pública. Estamos a favor de la educación pública, estamos a favor de las universidades públicas y no aranceladas. Lo que no estamos de acuerdo es que se utilicen las universidades como centros de promoción de izquierda de la izquierda que nos fundió el país”, finalizó Márquez.
