“Si no achicábamos el déficit, castigábamos a todos los neuquinos”, recordó el gobernador que apuntó “a un trabajo arduo” de administración para “buscar los nichos”.
NEUQUÉN (ED) — A Neuquén no le sobra plata para tirarla por la ventana, que las cuentas te rindan más, es para celebrar. Y en ese sentido se expresó el gobernador este jueves. El buen ejercicio esperado tiene un porqué que no puede gambetear a los pesados números de la deuda histórica de infraestructura.
Aunque no le gusten las comparaciones, y salvando las distancias políticas, el estilo Milei se impone a la hora de desarmar vicios de la vieja política y recortar los gastos innecesarios. Los mismos que antes la maquinita de Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, bancaban. Ahora se cuentan las monedas, porque valen más.
El recorte motosierra de Rolo no fue menor, fueron $1.000 millones los gastos innecesarios y va por más. El mérito de la administración provincial ya empezó a dar las primeras muestras.
“Logramos superávit este año porque se redujo 1.000 millones los gastos innecesarios, pero si nosotros no hubiéramos hecho esa reducción, hubiéramos terminado este año con más de 1.000 millones de déficit, no hubiéramos pagado la deuda, en el mes de mayo no hubiéramos podido pagar sueldos y el año que viene el déficit hubiera sido de 1.500 millones”, aseguró Figueroa.
Con la meta lograda de eliminar los intereses y buscar otras alternativas para ejecutar determinadas obras, recordó que Neuquén ratificó el rumbo de ordenamiento, un ajuste sin precedentes que se contagió por efecto cascada a los municipios.
“Los municipios han firmado el pacto de Gobernanza y lo han cumplido a rajatabla, hoy tenemos municipios con superávit, municipios que hacen obras”, indicó Figueroa que ponderó las administraciones austeras”.