La bizarra herencia de un intendente de la Confluencia




De repente se encontró con que sus antecesores habían loteado una plaza. La explicación es simple: populismo

NEUQUÉN (ED) — Cuando un gobernante asume en el cargo y se encuentra ante una administración desordenada, deficitaria y hasta superpoblada -como les ocurrió a Javier Milei y a Rolando Figueroa- se dice que recibió una pesada herencia, en ambos casos agravada por la existencia de ñoqui que ahora afrontaron o afrontan el merecido despido.

La herencia que recibió el intendente de Senillosa Lucas Páez (Comunidad) no solo es pesada, sino también en extremo curiosa, por lo que aquellos que conocen del asunto hablan de la bizarra herencia. 

Senillosa está ubicada a escasos minutos de Neuquén, más allá de Plottier (por la Ruta Nacional 22) y de ella depende Arroyito. Y es precisamente ahí donde radica esta singular situación, que para muchos no pasará de la anécdota pero que para aquellos que la padecen es un verdadero dolor de cabeza. En lo que todos coinciden es en que se trata de un escándalo.

Durante las intendencias de Hugo Moenne Loccoz y de su sucesora Patricia Fernández – llegaron a intendencia en boletas del MPN, partido por el que hoy Fernández es diputada provincial- se entregaron muchos lotes sin servicios, y lo que es peor, sin planificación para llevarlos, pero al impulso del populismo. 

Además, varios de esos lotes no eran precisamente un baldío, sino tierras reservadas para espacios verdes. Antes de irse en Arroyito puntualmente, se entregaron 165 lotes arriba de una plaza. Lamentablemente, la Carta Organiza dice que los espacios verdes no se pueden desafectar. Ahora los concejales, muchos integrantes del anterior gobierno deberán poner las barbas en remojo y resolver.



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