Los tres diputados de Unión por la Patria se fueron del recinto. Se negaron a castigar la corrupción
NEUQUÉN (ED) — El kirchnerismo neuquino protagonizó un papelón durante la sesión del jueves en la que, por amplia mayoría (30 votos), los diputados destituyeron a la ahora ex vicegobernadora de Neuquén, Gloria Ruiz, por inhabilidad moral para ejercer el cargo.
Tanto los tres diputados de Unión por la Patria como los dos del Frente de Izquierda intentaron abstenerse, pero la Cámara no lo autorizó. Al momento de la votación, los K se retiraron del recinto mientras que el voto de los dos legisladores de izquierda (Andrés Blanco y Gabriela Suppicich), que sí permanecieron en sus bancas, no se computó como válido.
Tras pedir la autorización para abstenerse, Lorena Parrilli (UxP) cuestionó lo que ella considera la falta de elementos probatorios de las irregularidades que le achacaron a Ruiz. “Si convalidamos esta práctica, vamos a dejar una mancha en la provincia”, dijo la legisladora.
Sus dichos fueron considerados una hipocresía ya que hace apenas unos pocos días el kirchnerismo nacional votó a favor de la expulsión del desde entonces ex senador Edgardo Kueider quien, a diferencia de Ruiz, no tuvo posibilidad de ensayar su defensa.
Otro de los diputados K, Darío Martínez (ex secretario de Energía de Alberto Fernández) intentó justificar la postura de su bloque al indicar que el procedimiento que se utilizó para llevar adelante la declaración de inhabilidad moral no fue el correcto. Desde otro bloque señalaron que la lentitud de la Justicia y los artilugios que esta ofrece es lo que le permite a la ex presidenta Crista Fernández de Kirchner seguir en libertad. Es por eso (se dijo) que la respuesta política debe tener tiempos más ágiles.
El otro diputado K, Darío Peralta, esgrimió argumentos tan endebles, que ni siquiera logró generar la atención del recinto, que asistió con indiferencia. A Ruiz le endilgaron designaciones irregulares y nepotismo, manejo irregular de fondos públicos, contrataciones directas irregulares y sobreprecios, declaraciones patrimoniales falsas y obstrucción al control externo. Se la acusó de no haber permitido el ingreso, a la Legislatura, de los auditores del Tribunal de Cuentas de la provincia de Neuquén.