Robaron un auto, lesionaron a un policía, causaron daños y amenazaron a un vecino. No fue suficiente como para dejarlos presos. Ocurrió en Neuquén.
Dos peligrosos delincuentes que, durante el fin de semana, acumularon un catálogo de ilegalidades en la ciudad de Neuquén podrán pasar la Navidad en sus casas, porque así lo resolvieron magistrados de la Justicia penal. Los policías arriesgaron su vida, pero la Justicia largó rápidamente a los malhechores.
Todo comenzó alrededor de las 7:30 del sábado cuando uno de estos dos hampones (identificado como J.J.) robó un auto que su propietario había dejado encendido frente a un local comercial, en el que realizaba sus compras.
Algunas horas más tarde, cerca del mediodía, agentes de la policía detectaron al vehículo -al que le habían cambiado las patentes- en el barrio Valentina Sur. El ladrón ya estaba acompañado por un cómplice (identificado como A.A.C.) y cuando intentaron detenerlos, se dieron a la fuga.
Los delincuentes recorrieron cerca de 21 kilómetros, esquivaron retenes policiales, dañaron un patrullero, pasaron semáforos en rojo, circularon a contramano y causaron lesiones de gravedad en una pierna a un policía que se accidentó cuando los perseguía en moto. Pusieron en riesgo a ciudadanos honestos.
En la calle Traful al 440 se vieron rodeados y escaparon a pie. La policía detuvo primero a A.A.C., mientras que J.J. agredió a uno de los efectivos que lo seguía e ingresó a una vivienda, para ocultarse en el patio. Allí fue visto por el propietario, a quien amenazó con quemarle la casa si lo delataba. Pero justo en ese momento llegó la policía y lo detuvo.
El domingo, en una audiencia, les atribuyeron los delitos de hurto de vehículo dejado en la vía pública, resistencia a la autoridad, violación de domicilio, amenazas y daño agravado. Ahí se supo que uno de los delincuentes (A.A.C.) tenía antecedentes muy recientes por encubrimiento, robo y hurto, por haber sustraído cubiertas de camionetas y baterías de autos, además de haber sido detenido utilizando un utilitario robado.
Así y todo, el fiscal del caso Horacio Maitini y la asistente letrada Nadia Pérez, pidieron prisión domiciliaria a uno de ellos y presentaciones semanales en la comisaría al otro. Tras la formulación de cargos, la jueza Natalia Pelosso dio por iniciada la etapa de investigación por un plazo de 4 meses. Maitini explicó que, por distintas razones, es necesario cautelar riesgos procesales respecto de ambos imputados. En el caso de A.A.C, sostuvo que existe riesgo de que dificulte o no se someta al proceso, y consideró que se puede controlar con dos presentaciones semanales ante la comisaría 5 de Centenario, localidad en la que reside.
Respecto de J.J., Maitini solicitó a la jueza que le imponga una prisión domiciliaria con el control de una tobillera electrónica, por el plazo de la investigación, y con controles diarios a cargo de la policía. En este caso, además del riesgo de no sometimiento al proceso, consideró también la necesidad de proteger a las víctimas de las amenazas.
